El talento escondido en sus miradas
¿Conoces esa sensación cuando un proyecto pasa de la hoja a hacerse realidad? Ver como algo que era un esquema, dibujo y palabras desordenadas en un cuaderno, pizarra o pensamientos, de repente se transforman en algo que puedes ver, escuchar, vivir. Pues imagínate cuando lo que vives es el impacto a través de los ojos de otros. Eso es lo que hemos sentido todo el equipo de Dynamis creando y viviendo la primera edición del programa HUMANUP LAB.
Dos meses en los que hemos acelerado no ideas, sino potencial emprendedor. Porque acelerando personas para que se impulsen a ellas mismas estamos construyendo no uno sino cientos de futuros proyectos emprendedores que cambiarán el rumbo de la innovación y con ello, de todo un país.
17 cabezas proactivas, curiosas, creativas, retadoras y valientes. 17 cabezas que nos han enseñado que en España sí hay un enorme talento emprendedor. Solo es necesario buscarlo y activarlo, porque sino corremos el riesgo de perder por el camino a muchos jóvenes que aún no tienen una idea clara pero si un enorme potencial para convertirse en grandes emprendedores. Que tienen miedo a lanzarse por una sociedad que enseña que el riesgo es salir de una feliz comodidad en lugar de ser una llave hacia la oportunidad. Una sociedad que sin inculcar habilidades emprendedoras cierra la puerta al verdadero crecimiento económico de un país que pide a gritos más valientes que se atrevan a saltar.
Y cuando preguntan: ¿qué es para ti el talento? Para mi el talento está en la mirada de cada uno de ellos el último día. Cada una brilla con luz propia, a su manera, de forma genuina y auténtica, con un talento emprendedor propio e
inimitable. Un talento que es increíble en potencia y que encendido puede llegar a ser pura poesía. Un talento que mezclado con pasión es explosivo. Un talento que, como les hemos transmitido a lo largo de todo el mes de junio, no tiene sentido si no va acompañado siempre de una mirada humilde. Este debe ir unido a una enorme capacidad de compartir con otros el camino, de conectar generando vínculos y de agradecer cada detalle. Que viva el presente y al mismo tiempo no olvide de dónde viene y tenga también una renovada visión de futuro. Un talento que recuerde a aquellos que le han impulsado en el camino a la cima y que devuelva, a su manera, creando un círculo, lo que ha recibido. Porque sino, la verdad, no sería talento. O al menos, no el talento emprendedor que queremos encender.
Seguiremos buscando más miradas parecidas y a la vez diversas en siguientes ediciones. Miradas raras, excepcionales, inquietas, frescas. Miradas que buscan. Por ellas merece la pena seguir creando esta aventura. Y destaparlas, si están escondidas. Encenderlas, si están apagadas.