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Pinta tu vida de color


12 de noviembre de 2018

El otoño nos brinda una buena ocasión para mirar con otros ojos una estación que para algunos es sinónimo de melancolía, apatía, decaimiento. Sin embargo para otros, supone un cambio de color en los árboles, ropa de abrigo en los armarios, una luz diferente durante el día, olor a las primeras lluvias, alfombra de colores en las calles y los bosques…

Qué diferente visión la de aquel que se deprime porque deja atrás los meses de verano, añorando esos momentos de ocio en la playa o la piscina pensando poco más que en descansar y disfrutar de esos momentos tan efímeros, de la de estos que miran con ojos “limpios” el tiempo que se les pone por delante y ven en él la ocasión para hacer, desarrollarse, crecer, vivir.

Sin duda, el color del cristal con el que miremos las cosas va a determinar gran parte de nuestras decisiones y por tanto de nuestra vida. No deberíamos dejar que las cosas que suceden a nuestro alrededor nos determinen ni nos definan. Ni el calor ni el frío, ni un coche más o menos moderno, ni un jefe más o menos gruñón deberían determinar nuestra actitud, nuestras decisiones, nuestra vida…

Es posible aprender a educar nuestra actitud para que sea positiva y para ello podemos empezar por pequeños detalles: cuidando nuestra postura corporal, practicando la sonrisa interior, tomando conciencia de nuestras posibilidades, no conformándonos con hacer siempre lo mismo o lo mínimo… porque siempre podemos dar más. Sin duda la actitud, es la que va a determinar en gran medida cómo será mi día, mis relaciones, mi rendimiento, mi nivel de felicidad.

Cuanto más la trabajemos, mejores resultados emocionales conseguiremos, y en esta vida, ¿qué hay más importante que sentirse feliz?