La innovación está en una mirada
En 1990, la psicóloga Elizabeth Newton realizó un sencillo juego musical. Dividió a los participantes en dos grupos. Los primeros, recibían una lista con 25 canciones conocidas, de entre las que tenían que elegir una y repetir el ritmo dando golpecitos en la mesa a una persona de otro grupo que hacía de oyente. Este tenía que adivinar la canción.
Los que transmitían la canción predijeron que el 50% de los oyentes las adivinarían. ¿Cuál fue el resultado? Solo el 2,5%. Acabaron frustrados, culpando a los oyentes de ser poco inteligentes. ¿Por qué? Cuando daban golpecitos a la mesa estaban escuchando la melodía en su cabeza. Sin embargo, la mayoría de los oyentes solo oían golpes aislados sin sentido.
Este experimento es un gran recordatorio de la dificultad de crear con nuevos ojos. Estás completamente sumergido en tu proyecto, conoces todos los detalles. Construyes y transmites desde la complejidad. Pero terminas escuchando la canción solo en tu cabeza. Te sabes el título y te encanta la armonía. El otro, como ese oyente, solo escucha ruido.
Cuando estamos sumergidos en algo nos cuesta recordar como eran las cosas cuando empezamos. La complejidad y el conocimiento nos ha maldecido y es difícil innovar, porque no podemos recrear con facilidad el estado mental de un principiante. Estamos condicionados por visiones pasadas y la innovación radical surge de mirar como ese oyente, de cambiarnos de lugar y escuchar golpes desconectados para poder luego crear una nueva canción que otros puedan sentir.
Atrévete a mirar tus retos como un principiante. Busca conectar con ese oyente, leer qué le sucede. Busca la complejidad de la simplicidad. Cambia de lugar de creación, porque incluso un espacio monótono condiciona
nuestra perspectiva. Tómate cafés, porque hay reinvenciones que surgen de conectar. Viaja para mirar todo por primera vez. Y si la canción repetida en tu cabeza no te deja, busca ojos nuevos, frescos, raros, diferentes.
Busca ojos jóvenes que creen desde cero, que inventen otros mundos, porque esos te darán visiones disruptivas. Sal de tu proyecto y obsérvalo desde fuera, con otros ojos, porque solo así podrás innovar con sentido.
“Las oportunidades son innumerables, solo tenemos que descubrirlas”