Dame soluciones y te diré quién eres
En nuestra vida diaria, nos vemos obligados a relacionarnos con muchos tipos de personas:
Las optimistas que siempre ven el vaso medio lleno; las que se dejan llevar por las circunstancias o las personas que les rodean, adaptándose con facilidad a lo que venga.
Los pesimistas, que tienden a ver el vaso medio vacío y además suelen tener dificultades para llenarlo; los inflexibles que no ceden ante nada ni nadie y casi siempre se ven obligados a despotricar de un sistema que a duras penas se adapta a su modelo ideal…
Podríamos profundizar un poco más en todos ellos si desgranáramos cada matiz, cada diferencia entre unos y otros, pero no quiero detenerme en esto, sino en tratar de identificar los comportamientos de un perfil buscado y querido en cualquier organización para que cada uno de nosotros pueda verse o no en este espejo improvisado.
• No precipita sus decisiones ante la urgencia; primero recopila información, después analiza, por último decide.
• No se centra en las quejas, más bien, aporta soluciones.
• No culpa al entorno de lo que les ocurre.
• Se siente dueño de su destino, en tanto en cuanto toma decisiones conscientes y dirigidas.
• Cuando se equivoca, lo reconoce, asume su error y busca soluciones o planes de mejora.
• No se deja dominar por sus emociones ni por los pensamientos negativos.