¿Cómo son tus metas?
A la hora de empezar un nuevo periodo en nuestra vida o un nuevo proyecto profesional, normalmente acompañamos este decisivo momento con una lista de propósitos o retos que nos gustaría alcanzar. Para llevarlo a término y no caer en la frustración o la decepción si no conseguimos lo que nos hemos propuesto, debemos seguir unas premisas básicas:
– Debemos ser concretos a la hora de proponernos nuevas metas, definiendo claramente el qué, el cuánto y el dónde.
– Debemos poder medir nuestras mejoras. De este modo sabremos si estamos cerca o lejos del objetivo marcado.
– Debemos marcarnos objetivos alcanzables. A todos nos gusta soñar, pero en estos casos, debemos ser realistas y marcarnos metas que sean alcanzables teniendo en cuenta los recursos de que disponemos y nuestra propia motivación. De este modo evitaremos futuras decepciones y podremos reajustar las metas en caso necesario.
– Debemos marcarnos una franja temporal para acometer nuestro objetivo. Las metas deben plantearse con fechas concretas, para evitar dilatarlas en el tiempo y ayudarnos a priorizar.
El secreto para acercarnos a la consecución de nuestros objetivos es empezar determinando y cumpliendo las anteriores premisas… ¿comenzamos?