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El oasis del 0% de desempleo


13 de mayo de 2021

No es la primera vez que se habla en este blog de la preocupación que producen las cifras de desempleo juvenil que tenemos en España, por encima del 40%. Pero luego, como casi siempre, la realidad es paradójica. He aquí que, en este contexto, esta semana estuvimos dando un taller de técnicas de búsqueda de empleo con un colectivo de jóvenes que tienen unas cifras cercanas al 0% de paro. Muchos están trabajando antes de terminar la carrera. Se trataba de estudiantes de ingeniería de sistemas informáticos. Así que les hablábamos de la importancia de hacer un buen curriculum, o enfocar adecuadamente una buena entrevista de selección, y nos miraban que si nos hubiéramos caído de la Luna.

En un entorno de enorme dificultad por la crisis económica y sanitaria, muchas empresas tienen dificultades para cubrir sus necesidades de profesionales con perfiles técnicos, con competencias digitales, para afrontar sus necesidades de negocio. En este pequeño oasis para la juventud, nos atrevimos a decirles al final: vosotros que podéis, sed exigentes con vuestros empleadores. No os dejéis obnubilar por las cantidades astronómicas que se pagan en ciertos casos a los recién egresados que tienen perfiles muy demandados. Sondead todo lo que sea necesario, para encontrar esas oportunidades profesionales que os permitan hacer brillar vuestro talento y que permitan que lo podáis desarrollar.

Quienes tienen posibilidades de escoger empleo, tienen el derecho, y me atrevería que decir que el deber, de impulsar el desarrollo de organizaciones sostenibles, que cuiden a las personas y respondan a sus intereses y motivaciones.

Del mismo modo, las organizaciones tienen el derecho (y el deber) de cuidar sus cuentas de resultados, evitando meterse en espirales insostenibles. Hace unos días, en una entrevista con una directora de Recursos Humanos de una pequeña empresa que cuida de verdad el talento joven, nos hablaba de sus dificultades para retenerlo, por la complejidad para competir con los salarios que se pagan en el sector.

Ojalá, cada vez más, los profesionales que se mueven en ese pequeño oasis en el que la demanda de trabajadores es superior a la oferta, activen el desarrollo de sistemas de trabajo que valoran al talento de una manera holística, reconozcan el esfuerzo de las pequeñas empresas que se esmeran en proporcionarles un entorno de crecimiento y por lo tanto impulsan también al cambio a esas otras empresas que, por velar en exceso por los resultados a corto, desatienden a su capital humano.