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Encendiendo el talento


17 de diciembre de 2020

Cuando escucho a alguien decir de alguien que “tiene talento”, hay algo que me perturba… De alguna forma, es como si sintiera que se hace una distinción entre personas que lo tienen y personas que no lo tienen.

Tal vez deberíamos aclarar qué entendemos por “talento”, porque es uno de esos conceptos que admiten mil significados. El diccionario de la Real Academia se me queda muy corto esta vez. En primer lugar se indica que talento es “Inteligencia. Capacidad de entender”. Y la segunda: “Aptitud. Capacidad para el desempeño de algo”. Tantísimos libros escritos sobre el tema y la Real Academia lo resuelve con algo tan simple…

O a lo mejor no lo es tanto. Tal vez la Real Academia está dando carácter universal, a algo que suele considerarse “selecto” o al alcance de pocos. Dada esta definición, aún más claro me parece que todos tenemos talento: capacidad de entender y capacidad para el desempeño de algo. El gran reto es encontrar “para qué” tengo talento (pero para eso debería servirme la inteligencia). Y luego cultivarlo, porque si no se cultiva, es muy posible que se marchite con el tiempo.

Hay otra cuestión que me parece importante: hay personas que tienen una gran capacidad para el desempeño de algo, pero ese algo no les gusta. Me acuerdo ahora de Open, la fantástica biografía de André Agassi, el famoso tenista que llegó a ser número 1 del mundo a mediados de los 90, y que odiaba jugar al tenis. Me hace pensar que una persona puede alcanzar fantásticos resultados gracias a su talento, pero si eso no le hace feliz, ¿merece la pena?

Así que sería bueno dar un paso más. Qué os parecería utilizar esa inteligencia que tenemos y buscar esas actividades para las que tengo una capacidad especial para desempeñarlas, y además, fluyo con ellas. De esta forma será mucho más fácil que ese talento se mantenga o crezca con el tiempo, porque tendremos más motivación para alimentarlo.

Estamos en pleno proceso de selección para la octava edición de Factoría, y hemos vuelto a conocer a muchísimos jóvenes que nos recuerdan aquello de que la juventud no es solo futuro, sino presente. O como dice una buena amiga de Dynamis, los jóvenes son el presente de un futuro más decente.

Pero seguimos encontrándonos muchas dudas en los jóvenes sobre los siguientes pasos a dar. Por supuesto la coyuntura no lo facilita: la incertidumbre es mayor que nunca. Pero también creemos que esas dudas pueden estar asociadas a no haber encontrado dentro ese talento que seguro que tienen y con el que puedan ser felices. Pronto elegiremos a los finalistas de este año. Trataremos de ayudarles a encontrar ese talento y hacerlo brillar.