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¿Para qué queremos la inteligencia emocional si ya tenemos la inteligencia artificial?


26 de junio de 2019

No es una pregunta a modo de broma: es la pregunta que una persona le hizo a otra que quería venderle un programa formativo de inteligencia emocional para su equipo.

Son estas cosas que a veces te hacen dudar (poco) de hasta qué punto los avances científicos y tecnológicos te dan más de lo que te quitan.

Creo sinceramente que es muy, muy pesimista, la visión de alguien que cree que el mundo actual es peor que el de hace 100 años. Por supuesto hay problemas que resolver, y surgirán otros. Pero que la globalización, la medicina, la ciencia en general, han mejorado la situación de la humanidad a lo largo de los años, resulta en mi opinión evidente.

Hoy muchos se cuestionan el futuro del trabajo, por la evolución de la robotización, por el papel de los ordenadores; por una influencia cada vez menor del pensamiento del hombre a cambio del pensamiento de los datos.

Pero me cuesta creer que la inteligencia artificial, y en general cualquier tipo de evolución tecnológica futura, haga que desaparezca la tristeza, el miedo, la ira, la alegría, la sorpresa…

Las emociones básicas humanas, son las que han sido desde hace miles de años, y han trascendido a las movimientos culturales, a los sistemas políticos, a las religiones… Llevan con nosotros toda la vida, y algunos no se enteran. Tiene pinta, además, de que seguirán con nosotros unos cuantos siglos.

Sigue habiendo personas que creen que los problemas se resuelven con derivadas, integrales y árboles de decisión. Pero seguimos poniéndonos nerviosos al hablar en público, frustrándonos cuando perdemos un partido y perdiendo los papeles cuando una persona no nos entiende o nos menosprecia.

Y lo que es más importante: seguimos dando lo mejor de nosotros, cuando nos sentimos felices, cuando hay alegrías en nuestras vidas, cuando recibimos sorpresas que nos gustan.

Así pues, bendita inteligencia artificial y 5G, que nos permita ir tooooodavía más rápido. Pero sagrada inteligencia emocional, que nos permita aprender de nosotros como seres humanos, descubriendo cómo afrontar nuestros miedos, gestionar nuestras relaciones y superar los obstáculos.