Sé fuerte
Aunque este era el texto de cierto sms que dio mucho que hablar entre Rajoy y Bárcenas en el pasado, no es a él al que nos queremos referir en esta ocasión…
Aunque podamos pensar que es más habitual el grupo humano que no ofrece su ayuda hasta que no tiene más remedio, no es menos frecuente el grupo humano que no la solicita, por muy diversos motivos.
Es interesante profundizar en el tema, porque la omnipotencia es otro de los ladrones del tiempo que Taibi Kahler descubrió allá por los años 70. El “yo puedo con todo”, “no necesito la ayuda de nadie”, “pedir ayuda es de débiles”, es un tipo de paradigma que está muy arraigado en la sociedad actual. Y es verdad que el ser humano tiene una enorme fortaleza, que a veces solo aflora en las condiciones más extremas, pero también es cierto que a menudo realizamos esfuerzos innecesarios o improductivos, que tardamos siglos en hacer algo que lograríamos hacer en unos minutos si pidiéramos ayuda.
Es un clásico el caso del padre que no quiere preguntar cómo se llega a un sitio, para poner de manifiesto a la familia su papel como “macho alfa”, y mientras no hace sino dar vueltas en círculo, perdiendo su tiempo y haciendo perderlo a toda la familia.
La acumulación de tareas como muestra de poderío, o la ejecución de acciones sin un conocimiento adecuado para evitar explicitar un desconocimiento, son comportamientos de personas a las que este poderoso ladrón les roba un tiempo precioso.
Pues no: no podemos con todo. Y no: pedir ayuda no es necesariamente síntoma de debilidad. Y sí: cuando pedimos ayuda, el otro tiene boca para decirnos que no puede ayudarnos, si le viene mal o no sabe. Así que no nos hagamos trampas, pensando que molestamos.