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Etiqueta: Digitalización

Las herramientas digitales, ¿aliadas laborales?

Fíjense uds que no hablamos de la necesidad (que también) sino del derecho, y es que, queridos empresarios, empleados, trabajadores por cuenta ajena, apelamos al derecho para recordarnos a nosotros mismos que existen unas necesidades más allá de lo laboral a las que a veces no damos respuesta, ¿por qué? Pues por falta de tiempo, por miedo, por mala organización, porque impera la urgencia, la prisa…

Sea como fuere, nuestros vecinos franceses tienen en su dispositivo legislativo un derecho para los asalariados y una obligación para las grandes empresas: regular el uso de las tecnologías de la comunicación (mensajerías y correos electrónicos o teléfonos móviles) para garantizar el respeto del tiempo de descanso y de las vacaciones. Ahí es nada.

Cierto es, que la medida conllevó la necesidad de una negociación entre las partes, de modo que, en empresas con más de 50 empleados, la dirección y los representantes de los trabajadores tienen que llegar a un acuerdo para fijar las modalidades de desconexión y la regulación de  las herramientas digitales por parte de la empresa.

El objetivo fue fijar las «modalidades del pleno ejercicio del derecho del asalariado a la desconexión», así como «la puesta en marcha por la empresa de dispositivos de regulación de la utilización de “herramientas digitales».

Y es que amigos, cierto es, que si nos paramos a analizar detenidamente “la cara B” del uso que hacemos de estas herramientas, ¿quién no se ha visto en una reunión mientras al tiempo, contestaba e-mails, envía mensajes o atiende una “llamada urgente”? ¿o en una clase hablando de trabajos de diferentes asignaturas por Whatsapp? 

Según los estudios consultamos nuestro teléfono unas 150 veces diarias y no podemos estar más de una hora sin abrir Whatsapp. Qué poder de atracción tan… ¿peligroso?

Y de esto, los únicos responsables somos nosotros mismos, que lejos de controlar nuestros impulsos y determinar el orden de nuestras tareas y actividades diarias (dentro y fuera de la empresa), nos creamos la “necesidad” de estar permanentemente conectados para charlar con los amigos, para responder al jefe, para no quedarnos atrás en cuanto a información se refiere…

Y yo me pregunto, ¿dónde vamos a llegar, si cada vez que seamos incapaces de controlar el uso que hacemos de las cosas, o no asumamos con responsabilidad nuestras obligaciones, o no respetemos nosotros mismos nuestros derechos, tengamos que recurrir a la ley para que determine lo que está bien y mal?

Retos de los departamentos de RRHH

En un departamento de RRHH deben analizarse en profundidad aquellas competencias que requieren los diferentes puestos de trabajo. Entre ellos también se incluyen las del propio departamento de RRHH o en su defecto, las de las personas que los dirigen.

Un hecho evidente que estamos viviendo y que nos afecta a todos es la transformación digital. Estamos asistiendo a la demanda de puestos directivos de las compañías con habilidades digitales, pero ¡ojo! no debemos olvidar, que aunque está conviene saber integrar las nuevas tecnologías en los negocios y en la gestión directiva, no podemos ni debemos olvidar la importancia que tienen las capacidades profesionales más tradicionales.

Para llegar a ser un directivo “tecnológicamente avanzado” se debe saber integrar la tecnología en los procesos internos, sin olvidar la importancia que tiene la experiencia y el bagaje acumulados en otros aspectos como la negociación, la  formación, la selección…

Otro hecho importante a tener en cuenta por los departamentos de RRHH y en especial por los directivos, es la necesidad de abrirse y gestionar convenientemente la diversidad. Si realmente se quiere atraer y retener talento, se debe estar abierto a la integración de diferentes grupos “de interés” para las organizaciones. La correcta gestión del talento humano pasa por la consideración de las necesidades individuales de los trabajadores, sus hábitos y expectativas.

Por último, aunque no por ello menos importante, es conveniente adaptar los espacios laborales a las nuevas dinámicas del trabajo, apostando por oficinas “híbridas” funcionales y fácilmente adaptables.

 

El futuro pasa por la digitalización

Algunos estudios dicen que algo así como la mitad de las empresas de nuestro país se convertirán en digitales antes de que finalice el año y algo más del 80% lo hará antes del 2020.

Como consecuencia de este proceso, el rol del trabajador debería cambiar también y seguramente también sus habilidades y destrezas, ya que se verá obligado a usar nuevas aplicaciones y herramientas más digitales que antes.

No debemos olvidar sin embargo que la preparación de estos trabajadores en su nuevo rol pasa por seguir desarrollando habilidades y competencias no estrictamente digitales, pero que sin embargo ayudan en el ejercicio de la profesión y las relaciones con los demás.

Debemos entender que la digitalización es un proceso global que afecta a la marcha de profesionales y compañías, pero no debemos olvidar que antes que la tecnología, están las personas y éstas deben seguir aprendiendo y mejorando sus competencias básicas para desenvolverse con éxito en todo tipo de empresas.