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Etiqueta: sistema

Aplausos que son origen

Salimos todas las noches a aplaudir a las ocho a las ventanas. Dejamos todo para recuperar lo que siempre hemos tenido: nuestras manos y la mirada. Quizás hemos infravalorado el poder de esas manos y la mirada de conexión con los vecinos. También hemos dado por sentado a esos héroes sin capa a los que se dirigen esos aplausos, porque teniéndolos siempre, no los hemos valorado lo suficiente. Todo esto siempre ha estado ahí y ahora le damos valor.

Pienso como un acto tan pequeño ha logrado extenderse a todas las casas de España. Ciertas personas iniciaron un movimiento que, como un gran contagio, se extendió sin freno. Cada día, a las ocho, da luz y fuerza en varios países que luchan cada día en uno de los episodios mas complejos de la historia global. Las personas que lo iniciaron no son conocidas. Pero quizás, lo que les importa es el movimiento que es motor más allá de ellos mismos.

Viendo este movimiento y otras iniciativas que han surgido, te pregunto: ¿son estos aplausos originales? Si analizamos la historia, la originalidad se ha entendido de formas muy diferentes. En el Renacimiento o el Barroco era mantenerse firme a los orígenes, respetar y continuar los planteamientos clásicos. Desde el Romanticismo surgió otro entendimiento que la asociaba al atrevimiento, la renovación y la ruptura. Es este último significado el que hemos integrado desde entonces. Ahora, la innovación se asocia con la novedad, apartarse de lo ya existente para crear algo espontáneo, diferente. Pero, ¿y si estamos perdiendo algo con esos dos significados?

Originalidad se forma, según la etimología, de “origen”. Esta palabra viene a su vez del latín “origo”, que significa “comienzo” y está ligada a la palabra “oriente”,  la dirección donde nace el sol cada día. Jesús Alcoba, autor del libro Génesis, cuenta que las grandes ideas de la humanidad son aquellas que generan un movimiento que da pie a muchas otras ideas y acciones. Es decir, son origen de otras creaciones, se extienden por generaciones, fronteras y por la historia.

Ahora, te pregunto de nuevo: ¿hay originalidad en estos aplausos? Se han extendido como un virus replicándose en diferentes países, emocionando a personas de todas las generaciones, profesiones, y personalidades. Quizás, han generado otros movimientos solidarios, como los aplausos entre policías y sanitarios, siendo origen de más emociones, acciones, ideas y reflexiones. Los creadores pusieron su creatividad al servicio de su generosidad, creando a través de esta un movimiento que ha ido más allá de ellos mismos. Una ola de solidaridad y unión que nos recuerda durante unos minutos que somos más que nosotros mismos, que podemos impactar desde nuestro metro cuadrado, que no debemos infravalorar el valor de los pequeños gestos, que nos anima a usar más las manos y la mirada. Pensamos en la originalidad como lo disruptivo, pero quizás esa palabra se nos atragante ahora que ser generosos es mucho más necesario que romper. Ahora que ser origen unidos es lo que el mundo nos grita en silencio.

El sistema y yo

Cuantas veces nos hemos visto en situaciones donde parece no haber salida para nosotros, donde hemos pensado, o esto cambia, o yo corto.

Y no me ciño a ningún entorno concreto, creo que esta situación puede darse perfectamente en los entornos laborales, relaciones personales, entramados familiares. Cuando las circunstancias o los contextos no son ideales, cuando nuestra forma de hacer o pensar no encaja con ese entorno que nos rodea, ¿qué opciones tenemos?

Se me ocurren tres alternativas a valorar, antes de darlo todo por perdido:

  • «Mimetizarse» con el entorno,
  • Rebelarse contra él, abanderando una postura contraria al mismo,
  • Salir de él

MIMETIZARSE

En esta primera opción, pueden ocurrir varias cosas. Que al «mimetizarnos», perdamos nuestra propia identidad, que se difuminen nuestras ideas o que incluso, lleguemos a perderlas y cambiarlas por las predominantes en el entorno en el que vivimos. Nos adaptamos para «sobrevivir».

REBELARSE

En la segunda opción, el enfrentamiento con lo establecido, puede acarrearnos serias consecuencias emocionales, de reputación, de amistades, familiares, laborales…, de ahí, que sea importante, antes de tomar esa decisión, pensar hasta dónde estoy dispuesto a llegar sin salir perjudicado o al menos minimizando el impacto que esta postura pueda acarrearnos.

SALIR

La tercera opción, es quizás y a priori, la solución fácil, en tanto en cuanto, no parece conllevar ninguna lucha ni enfrentamiento con el sistema establecido. Sin embargo, y a mi juicio, es la consecuencia de hacer un intenso balance, entre lo que gano o lo que puedo llegar a perder, entre mis ideas y planteamientos o los del sistema y al concluir que no existe posibilidad de que ambas piezas del puzzle encajen, la decisión es salir, para buscar alternativas fuera del sistema, sin renunciar a nuestras ideas o posicionamientos.

¿ Y cuál es la postura más correcta cuando se trata de analizar estas opciones en entornos de trabajo?

Como siempre en estos casos, las situaciones y casuísticas personales pueden ser infinitas, pero creo que en la moderación y el equilibrio radica el éxito y una correcta toma de decisiones.

¿Y SI…?

¿Y si…no puedo mimetizarme con el entorno?, trata de aportar al mismo, lo mejor de ti, dando lo que se te exige, pero sin perder tu esencia. Puede que, con el tiempo, consigas que el entorno considere otras opciones válidas a las que le sostienen o le definen.

¿Y si no puedo, sé o quiero rebelarme contra el entorno?, pues igual que en la fórmula anterior: trata de aportar al mismo, lo mejor de ti, dando lo que se te exige, pero sin perder tu esencia, trabajando tus emociones y gestionando tu tiempo y energía.

¿Y si decido salir o romper con el sistema? Pues asume las consecuencias de dejar atrás un momento o capítulo de tu vida y al igual que en las anteriores opciones, trata de aportar al nuevo contexto, lo mejor de ti, dando lo que se te exige, sin perder tu esencia.

Al final, no importa tanto lo que decidas, sino la actitud con la que tomes las decisiones y los comportamientos que van a definir tus actos futuros, para no perder de vista tu identidad y tu equilibrio interior.

Podremos ser nosotros mismos siempre, sin perder nuestra esencia, haciendo las cosas del mejor modo que sepamos y esto será independiente a si nos amoldamos, rompemos o salimos del sistema.