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Etiqueta: directivo

¿Cuál es el liderazgo preferido del talento joven que llega?

Implantar políticas de RRHH que sean eficaces con las diferentes generaciones que hay en la organización es uno de los retos de la gestión de RRHH. Con el objetivo de conocer cómo es el talento joven que está llegando a las empresas hemos abordado una investigación con jóvenes que están cursando sus últimos años universitarios y que han sido identificados por su talento para un programa de desarrollo en competencias: Factoría de Talento www.factoriadetalentoadecco.es

El estudio realizado se ha centrado en conseguir conocimiento en liderazgo, comunicación y cambio. En esta primera entrega, avanzamos los resultados más relevantes respecto al liderazgo.

  • El liderazgo “Visionario” y “Timonel” son los estilos elegidos preferentemente.
  • El estilo menos valorado es el “Directivo”.
  • El líder “Coach” se mantiene por igual en todas las posiciones.

A los jóvenes talento se les ha pedido a través de un cuestionario que establezcan una jerarquía siguiendo su preferencia entre los 6 estilos de liderazgo presentados; los estilos utilizados son los identificados por Goleman, Boyatzis y Mckee.

El liderazgo “visionario” se ha elegido en primera posición por un 33%; el 61% lo ha seleccionado en una de las 3 primeras posiciones del ranking. El liderazgo “visionario” genera un entorno de trabajo altamente positivo marcando un objetivo claro que resulta movilizador y donde se deja espacio para la innovación y la asunción de riesgos calculados. Los jóvenes talentos están diciendo con su elección “dime cuál es el objetivo y dame libertad para que proponga la forma de conseguirlo”.

El estilo “timonel” también ha sido elegido de forma destacada, un 58 % lo han elegido en una de las tres primeras posiciones. El liderazgo “timonel” es útil con colectivos a los que les gusten los desafíos y quieran resultados excelentes, pero puede generar un exceso de presión si no se utiliza con cautela y convertir el deseo del resultado excepcional más en una tensión que en un estímulo.

Un 47% han colocado al liderazgo “directivo” en última o penúltima preferencia. Algo que caracteriza al talento es la no aceptación del ordeno y mando y el seguimiento incondicional de directrices sin explicación o argumento que las justifiquen. El estilo “directivo” es claro y directo y espera seguimiento inmediato; es útil en situaciones de cambio rápido y emergente pero no puede ser sostenido en el tiempo.

El líder “coach” ha repartido las valoraciones prácticamente por igual entre las 6 posiciones del ranking como si se hubiera utilizado como estilo “comodín” en la respuesta. Tal vez el talento joven necesita ganar experiencia para encontrar valor a un estilo que reta y busca maximizar el potencial.

Con estas conclusiones nos preguntamos: ¿las empresas tenemos las condiciones necesarias para atraer y retener un talento que busca objetivos estimulantes y espacio para la innovación?

Ático sin ascensor

Cuando oímos la palabra ático, normalmente la asociamos a un espacio bajo la azotea de un edificio donde disponemos de muchos metros cuadrados, intimidad frente a los vecinos, vistas a la ciudad o el campo, temperatura cálida y mucha luz. Un ático a veces, suele tener un sobre coste frente a un piso del mismo edificio por estas variables que hemos mencionado anteriormente. Es probable, por tanto que para hacer frente a la compra de un ático, tengamos que estar dispuestos a asumir una hipoteca, seguramente mayor que la de nuestro vecino.

Esto lógicamente no puede hacerse sin ciertos sacrificios, un buen sueldo, probablemente algunas horas extras de trabajo y sin que la vida nos sonría… aunque sea un poco ¿y por qué  digo esto? Pues porque en la vida como en el trabajo, muchas veces tomamos decisiones sin pensarlas exahustivamente, sin planificarlas a largo plazo, sin tener preparados los planes de contingencia en caso de necesidad, sin “procedimentar” nuestro día a día y sin sacarle el mayor rendimiento a nuestras pertenencias. Y esto amigos, siempre tiene un precio.

Si te compras un ático y no has hecho los deberes previamente o la vida no te sonríe medianamente, puede que necesites un ascensor para bajar de él y empezar en un nuevo piso, más modesto.

Muchas veces nos hemos topado con situaciones a nivel empresarial en esta línea. Negocios que funcionan de manera muy rentable porque el mercado reclama sus productos o servicios, pero que se olvidan de hacer los deberes: crear o afianzar los pilares de su proyecto-empresa; procedimentar su gestión interna; que sus directivos aprendan a delegar; definir los puestos de trabajo y las competencias asociadas a estos; diseñar planes de contingencia por si vienen mal dadas… Y todo esto a veces nos ha llevado a presenciar algo que parece inconcebible y es, que es posible morir de éxito.

¿Por qué? porque en las mieles del éxito, del crecimiento, de la venta y el enriquecimiento, a veces no somos capaces de controlar los hechos ni el rumbo de nuestras empresas; no somos capaces de preparar a nuestro personal interno y de marcar directrices de negocio que nos preparen para adaptarnos a los cambios y sobrevivir a los caprichos del mercado.

Una buena comunicación interna, la definición de unos procedimientos departamentales, una correcta delegación, la gestión por competencias … son algunos ejemplos de las asignaturas pendientes que podemos ver en el día a día de las empresas. Y es que no todo es cuestión de rentabilidad y ventas, sino de conseguir organizaciones emocionalmente sostenibles y de que los equipos humanos que la conforman aporten valor y se comprometan con los proyectos.