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Etiqueta: emprendimiento

Con pan también se innova

Esta semana, en el programa de Volando Voy, aparecía una historia emocionante. Este espacio, liderado por Jesús Calleja, nace para frenar la despoblación en entornos rurales a través del emprendimiento, atrayendo a jóvenes a estas zonas y mostrando la belleza de los pueblos. Una misión necesaria, urgente, con historias que necesitan ser contadas.

El último capítulo muestra la historia de Endrino, un panadero ya jubilado que llevaba años con la panadería cerrada, la única del increíble pueblo de Segura de la Sierra, que ve como su población baja cada año más. Se le veía conmovido recordando su pasado y preocupado por el presente del pueblo, donde todos los negocios están desapareciendo y el suyo nadie lo había querido retomar.

A través del programa, se lanzó una búsqueda de alguien joven que pudiera hacer el relevo a Endrino, recuperando esa viaja panadería. Entre los que se presentaron estaba Fran, un chico de 24 años que soñaba desde niño con ser panadero. Había dejado de estudiar después de bachiller, porque sentía que el sistema educativo actual no encajaba con él. Pero no se había quedado parado. Había empezado a trabajar, aprendiendo todo lo que podía en diferentes panaderías. Al llegar al pueblo, estaba ilusionado escuchando a cada persona que se encontraba, contando su proyecto de masa madre con cafetería, que quería convertir en referente en la zona, atrayendo a personas de otros pueblos, haciendo que las calles cobrasen vida. La cara de Fran, viendo la panadería terminada, emocionado, sin palabras, lo decía todo.

Cuando pensamos en emprender o innovar, se te viene inmediatamente a la mente las startups tecnológicas o las grandes áreas de innovación. Sin embargo, Fran es el reflejo de la gran mayoría de emprendedores en España, que crean en sectores tradicionales, muchas veces sin los conocimientos y el apoyo que tienen otros campos, pero llenos de ilusión, con humildad, creando de forma sostenible y aportando un enorme valor social en sus comunidades.

Hace unas semanas estuvimos dando formación en mentalidad innovadora para emprendedores en el programa Sherpa de la Confederación de Empresarios de Albacete. Menos dos, el resto emprendían en sectores tradicionales. Al terminar, nos dijeron que nunca pensaron que la innovación podía ser tan asequible de comprender y de integrar en sus empresas, que siempre habían pensado que era para un grupo reducido de personas. Se emocionaban pensando que algo que habían visto siempre como inalcanzable, no lo era.

Es importante entender que hay muchas formas de emprender, de innovar y todas tienen que ser visibilizadas y recibir apoyo. Es necesario mostrar historias diversas para que podamos elegir cómo crear con plena libertad. La innovación debe ser democratizada, extendiendo el impacto para no perdernos por el camino grandes emprendedores como Fran, que llenan de sabor pueblos enteros y que nos demuestran que con pan, también se innova.

Generación Z: nuevos emprendedores

Los mayores de la Generación Z, nacidos entre 1994 y 2009, empiezan a salir ya de las universidades para incorporarse al mundo laboral.

Una generación con nuevos esquemas mentales y perspectivas vitales que comparte haber nacido o crecido en una profunda crisis. Han vivido años importantes de su niñez y adolescencia viendo como sus padres o personas cercanas se quedaban sin trabajo, han sentido de la mano de los Millennials el boom de la sobrecualificación y han escuchado repetidamente en la noticias pronósticos de una economía en caída permanente.

Ya lo decía Einstein: “En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Todo este ecosistema que les ha rodeado les ha hecho más creativos. A diferencia de los Millennials, que se chocaron con la crisis nada mas terminar la universidad, ellos han podido escoger sus caminos académicos y laborales teniendo en cuenta no tanto las salidas profesionales sino sus aspiraciones vitales. Tienen mas claro que su fuente de ingresos tiene que nacer de su identidad y se sienten motivados creando proyectos propios vinculados a causas sociales. El 55% declara que tiene intención por emprender. Un porcentaje muy superior al de anteriores generaciones. Y un dato mucho mas sorprendente en un país como España, con una cultura que nunca ha incentivado este camino.

A pesar de las grandes inquietudes por el mundo emprendedor, sienten que no tienen las habilidades clave para lanzarse. Según el informe GEM 2017-2018 de España, que realiza una amplia radiografía del ecosistema
emprendedor Español, entrevistando a 36 expertos nacionales y en el cual hemos participado, España está todavía muy por debajo de la media de las economías basadas en la innovación. Uno de los principales obstáculos es la falta de educación emprendedora. Por tanto, una de las recomendaciones urgentes que se muestran en el informe es fortalecer los valores y competencias emprendedoras en los programas formativos.

Aun así, esta generación no busca cualquier educación, pues están desencantados con la formación tradicional y demandan una enseñanza más práctica, flexible y emocional, orientada a la experiencia y las habilidades para poder enfrentarse con éxito a un futuro incierto y cambiante, donde inventarán no solo nuevos proyectos, sino nuevas profesiones, reinventándose constantemente.

El talento escondido en sus miradas

¿Conoces esa sensación cuando un proyecto pasa de la hoja a hacerse realidad? Ver como algo que era un esquema, dibujo y palabras desordenadas en un cuaderno, pizarra o pensamientos, de repente se transforman en algo que puedes ver, escuchar, vivir. Pues imagínate cuando lo que vives es el impacto a través de los ojos de otros. Eso es lo que hemos sentido todo el equipo de Dynamis creando y viviendo la primera edición del programa HUMANUP LAB.

Dos meses en los que hemos acelerado no ideas, sino potencial emprendedor. Porque acelerando personas para que se impulsen a ellas mismas estamos construyendo no uno sino cientos de futuros proyectos emprendedores que cambiarán el rumbo de la innovación y con ello, de todo un país.

17 cabezas proactivas, curiosas, creativas, retadoras y valientes. 17 cabezas que nos han enseñado que en España sí hay un enorme talento emprendedor. Solo es necesario buscarlo y activarlo, porque sino corremos el riesgo de perder por el camino a muchos jóvenes que aún no tienen una idea clara pero si un enorme potencial para convertirse en grandes emprendedores. Que tienen miedo a lanzarse por una sociedad que enseña que el riesgo es salir de una feliz comodidad en lugar de ser una llave hacia la oportunidad. Una sociedad que sin inculcar habilidades emprendedoras cierra la puerta al verdadero crecimiento económico de un país que pide a gritos más valientes que se atrevan a saltar.

Y cuando preguntan: ¿qué es para ti el talento? Para mi el talento está en la mirada de cada uno de ellos el último día. Cada una brilla con luz propia, a su manera, de forma genuina y auténtica, con un talento emprendedor propio e
inimitable. Un talento que es increíble en potencia y que encendido puede llegar a ser pura poesía. Un talento que mezclado con pasión es explosivo. Un talento que, como les hemos transmitido a lo largo de todo el mes de junio, no tiene sentido si no va acompañado siempre de una mirada humilde. Este debe ir unido a una enorme capacidad de compartir con otros el camino, de conectar generando vínculos y de agradecer cada detalle. Que viva el presente y al mismo tiempo no olvide de dónde viene y tenga también una renovada visión de futuro. Un talento que recuerde a aquellos que le han impulsado en el camino a la cima y que devuelva, a su manera, creando un círculo, lo que ha recibido. Porque sino, la verdad, no sería talento. O al menos, no el talento emprendedor que queremos encender.

Seguiremos buscando más miradas parecidas y a la vez diversas en siguientes ediciones. Miradas raras, excepcionales, inquietas, frescas. Miradas que buscan. Por ellas merece la pena seguir creando esta aventura. Y destaparlas, si están escondidas. Encenderlas, si están apagadas.

Impulsando HUMANUP LAB, primera aceleradora de potencial emprendedor

La misión es despertar el talento emprendedor de los jóvenes, transformando su potencial en proyectos de vida real y con ello en fuerte motor de crecimiento para cada comunidad de España.

HUMANUP LAB nace de nuestra experiencia en Dynamis Consultores, con un equipo especializado en identificación y desarrollo de talento. El aprendizaje que llevamos dentro es la chispa para esta nueva aventura.

El mayor obstáculo para el emprendimiento en España es la falta de habilidades emprendedoras. Se necesitan grandes ideas, pero sobre todo, personas con una mezcla especial de actitud y competencias para ponerlas
en marcha. Personas capaces de impulsarse a si mismas.

Somos conscientes de que el inicio de un camino emprendedor no tiene certezas absolutas sino curvas en las que explorar continuamente. Por ello, ayudaremos a jóvenes inquietos y creativos a explotar y desarrollar sus
capacidades y canalizar su energía para que sean ellos mismos quienes aceleren su propia naturaleza emprendedora.

Un laboratorio de emprendimiento que cambia las reglas. Una experiencia de dos meses con una combinación de la vertiente humana, a través el desarrollo de competencias emprendedoras clave y la vertiente startup,
permitiendo a los jóvenes becados conectar con el mundo emprendedor, descubrir su talento, trabajar su marca personal, canalizar su energía y aprender metodologías de innovación.

La primera edición tendrá lugar en junio en el espacio de innovación y emprendimiento La Nave en Madrid. El 1 de mayo abriremos inscripciones y empezará el proceso de selección de 20 jóvenes inquietos, curiosos y creativos con gran potencial emprendedor de entre 18 y 25 años. Toda la experiencia en https://humanuplab.es

#HUMANUPLAB

Dime qué edad tienes y te diré por qué te buscan las empresas

Las empresas nos contratan por lo que somos y por lo que aspiramos a ser y, por ende, existen unas cuestiones determinantes relacionadas con la época laboral que estamos viviendo para entender en qué podemos destacar como profesionales. A pesar de que no se debe relacionar la carrera profesional con la edad, cada década personal tiene sus ventajas y su propio ADN y es fundamental analizarlas ya que pueden suponer una ventaja competitiva que facilite su acceso a una empresa.

Los 20 y la época de las oportunidades

El principal activo de los veinteañeros es que siguen queriendo formarse y aunque a veces no han aterrizado del todo sus ideales y no son aún conscientes de sus posibilidades, quieren aprender. Este colectivo de “milennials” aprecia los espacios abiertos y las estructuras planas. Además, el trabajo ocupa gran parte de sus vidas y aún no tienen prejuicios o estereotipos. Las empresas los contratan por su proactividad, su resiliencia y su capacidad de aprendizaje. Otro punto fuerte son las competencias digitales ya que forman parte de su día a día.

Los 30 y el desarrollo de la carrera profesional

A partir de los 30, los candidatos en búsqueda de empleo quieren sobre todo crecer. Ya han dejado atrás las épocas de las prácticas y quieren asumir nuevos retos utilizando el aprendizaje inicial. Este es el momento para conseguir el valor añadido que les identifique.

Uno de los factores que diferencia a este colectivo con el de los veinteañeros es que buscan una mejora económica y valoran la oportunidad de emprender en la empresa y adquirir responsabilidades.

El de los treintañeros, es un colectivo ambicioso que quiere asentar su carrera laboral y vislumbrar sus posibilidades, aunque no puede dedicarle tanto tiempo al trabajo, porque empiezan a tener cargas familiares y costes.

Las empresas se fijan en ellos porque quieren desarrollar su conocimiento, por su potencial (el hecho de que la inversión que hay en ellos tiene un retorno rápido y efectivo) y por su adaptabilidad a la hora de integrarse en equipos diferentes. También son contratados por poseer una carrera profesional desarrollada y aportar tanto conocimientos técnicos como aptitudes profesionales.

Los 40 y el compromiso

Este colectivo suele estar formado por personas que, o ya ocupan puestos de responsabilidad, o al menos cuentan con la experiencia y conocimientos necesarios para ascender.

Los 40 determinan la primera etapa de madurez laboral, por lo que suele ser un target atractivo para los cazatalentos que buscan a profesionales para ocupar puestos directivos en las empresas y aportar valor diferencial bajo un alto nivel de exigencia.

Según los expertos, en esta etapa laboral las empresas contratan a profesionales por su sensatez, su capacidad de ejecución, su estrategia y liderazgo, habilidades que han ido desarrollando a lo largo de su carrera profesional.  

Los años 50 y el liderazgo

Los cincuenteros se caracterizan por su estabilidad y paciencia en comparación a las generaciones más jóvenes. La aportación a la organización en la que trabajan es alta y productiva. Además aportan un valor añadido gracias a su capacidad de enseñanza. Empiezan a canalizar su experiencia en consejos, colaborando como asesores o ponentes. Las empresas les contratan por su conocimiento y su capacidad para conectar a diferentes profesionales. Son capaces de movilizar a las personas así como manejar situaciones difíciles cuyos errores puedan tener un mayor impacto.  

Los 60 y la marca personal

Durante esta etapa de la trayectoria laboral, los profesionales son conscientes de su marca personal y quieren seguir trabajando. Representan el respeto y la culminación de la vida laboral. Son capaces de mantener su autonomía sin la necesidad de estar sujetos por el paraguas de la empresa. Las organizaciones les contratan porque aprecian su alto nivel de conocimiento y su predisposición a compartirlo con otras generaciones. Además las empresas valoran su facilidad a la hora de resolver conflictos y aportar nuevas soluciones de forma rápida y efectiva dada su gran experiencia y su bagaje profesional.

 

De vendedor a fundador. Hoy nos sentamos con Quique Cadórniga

La Generación Z está entrando en el mundo laboral. Una generación digital, inconformista y comprometida que da la vuelta a todo.

El 40% tienen la inquietud de ser emprendedores. Una tendencia que transforma por completo el camino que habían seguido los jóvenes hasta ahora. Hoy acercamos la visión y motivaciones de uno de ellos.

Quique Cadórniga es un emprendedor lucense especializado en marketing digital. A sus 23 años ha fundado varias empresas y ha trabajado en compañías tecnológicas como Twitter o Google. Además, fue finalista de la primera edición de nuestro programa, Factoría de Talento Adecco.

 Cuéntanos Quique, ¿qué te ha llevado a emprender?

Es una inquietud que he tenido desde pequeño; con 10 años vendía helados en verano en el patio de mi comunidad, con 15 montamos un proyecto basado en vender libros escolares de segunda mano el día de las notas… Emprender me divierte, me gusta ser un camino para que las personas tengan lo que necesitan.

¿Qué papel han jugado los mentores en este camino?

Han jugado un papel muy importante. No he tenido mentores-consultores pero si personas que me han inspirado mucho con sus actos. La primera mi madre, la emprendedora de la casa, que me ha inculcado la valentía empresarial y me ha prometido tener una cama y un plato de comida si las cosas salen mal… así es más fácil arriesgarse. No todo el mundo juega con una red de mínimos.

Además cuento con mi particular “mentoría estructurada”, la suerte de pertenecer a una comunidad de gente creativa y proactiva como la que forma Factoría de Talento. Es imposible no contagiarte de la energía de tus compañeros.

¿Qué tres habilidades han sido claves en tu camino al emprendimiento?

Curiosidad: Ir por la calle con los ojos abiertos fijándote en todos los negocios. Preguntarte por qué la tienda A está llena y la B no tiene clientes, intentar calcular qué margen tiene el negocio por X producto… En definitiva, ser observador, plantearte muchas cuestiones e intentar darles respuesta cuando coges un ordenador.

Esfuerzo: El número de horas que trabajamos es de las pocas variables que podemos controlar al emprender. Lamentablemente, no puedo hacer nada para ser más listo, o tener más talento, pero si puedo dormir 3 horas menos. Es lo que está en mi mano.

Jugar en el largo plazo: Creo que las buenas cosas en la vida requieren tiempo, trabajo y constancia. Intento tomar cualquier tipo de decisión en mi vida con esa mentalidad y dejar a un lado el cortoplacismo y “los pelotazos”.

 ¿Cuál es tu mayor obstáculo para seguir creando?

Ninguno, cualquier cosa que te diga sería una excusa. Por supuesto que hay barreras al emprendimiento, muchas de ellas impuestas por la administración, pero la mayoría están fuera de nuestro radio de actuación, así que tenemos que intentar que esas dificultades nos quiten la menor energía posible y centrarnos en aquello sobre lo que podemos generar un cambio.

¿Cómo crees que se puede impulsar el espíritu emprendedor en los jóvenes en una cultura que promueve la comodidad y huye del riesgo?

 Creo que hay que promover los valores del emprendimiento más que el emprendimiento en si. Como dice Mark Cuban “Business is the ultimate sport” no hay ninguna actividad tan competitiva en el mundo; a veces se venden ciertas historias de éxito que pueden llevar a la gente a pensar que esto es fácil cuando lo normal es que salga mal.

Dicho eso… cada vez hay menos relaciones laborales y más mercantiles… puede que dentro de unos años emprender sea una obligación más que una elección. Hay que estar preparado para ello.

En mi opinión, la mejor forma de impulsar esos valores es a través de la educación. No me refiero a poner asignaturas de emprendimiento en el colegio (que daño no harían…) sino a integrar las soft-skills del mundo empresarial en todo el proceso formativo de una manera práctica: resolver problemas del mundo real en lugar de ejercicios ficticios, desarrollar habilidades de ventas, trabajar en equipo e inteligencia emocional.

 

 

 

 

 

 

Dynamis Consultores, entidad adherida a la estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven del Gobierno de España.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha incluido a Dynamis Consultores de RRHH como entidad Adherida a la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven del Gobierno de España.

Se trata de una iniciativa de dicho Ministerio aprobada en febrero de 2013, tras un proceso de diálogo y participación con los Interlocutores Sociales, para dar respuesta a la situación laboral en la que se encuentran muchos jóvenes en España.

Contempla actuaciones para mejorar la empleabilidad, facilitar la inserción en el ámbito laboral, promover el emprendimiento y mejorar su situación dentro del mercado de trabajo.

Dynamis ha sido incluida en esta lista de entidades adheridas por la puesta en marcha de su proyecto Factoría de Talento, un intenso programa de entrenamiento en ámbitos como el liderazgo, la innovación, la comunicación, dirigido a jóvenes de últimos años de carrera universitaria o formación profesional. Cada participante, tiene un coach personal que le asesora en el proceso de inserción al mundo laboral.

En su tercera edición y patrocinado por Adecco este proyecto tiene dos objetivos principales, por un lado la identificación de jóvenes con talento y el desarrollo de competencias profesionales y el espíritu emprendedor en personas que están cerca de incorporarse al mundo laboral, y por otro, promover iniciativas que permitan acercar a los jóvenes al mercado laboral, con mejores recursos y capacidades.

Para conocer más sobre Factoría, pincha el link

Si quieres conocer más sobre la iniciativa Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven, pincha el link.

Ático sin ascensor

Cuando oímos la palabra ático, normalmente la asociamos a un espacio bajo la azotea de un edificio donde disponemos de muchos metros cuadrados, intimidad frente a los vecinos, vistas a la ciudad o el campo, temperatura cálida y mucha luz. Un ático a veces, suele tener un sobre coste frente a un piso del mismo edificio por estas variables que hemos mencionado anteriormente. Es probable, por tanto que para hacer frente a la compra de un ático, tengamos que estar dispuestos a asumir una hipoteca, seguramente mayor que la de nuestro vecino.

Esto lógicamente no puede hacerse sin ciertos sacrificios, un buen sueldo, probablemente algunas horas extras de trabajo y sin que la vida nos sonría… aunque sea un poco ¿y por qué  digo esto? Pues porque en la vida como en el trabajo, muchas veces tomamos decisiones sin pensarlas exahustivamente, sin planificarlas a largo plazo, sin tener preparados los planes de contingencia en caso de necesidad, sin “procedimentar” nuestro día a día y sin sacarle el mayor rendimiento a nuestras pertenencias. Y esto amigos, siempre tiene un precio.

Si te compras un ático y no has hecho los deberes previamente o la vida no te sonríe medianamente, puede que necesites un ascensor para bajar de él y empezar en un nuevo piso, más modesto.

Muchas veces nos hemos topado con situaciones a nivel empresarial en esta línea. Negocios que funcionan de manera muy rentable porque el mercado reclama sus productos o servicios, pero que se olvidan de hacer los deberes: crear o afianzar los pilares de su proyecto-empresa; procedimentar su gestión interna; que sus directivos aprendan a delegar; definir los puestos de trabajo y las competencias asociadas a estos; diseñar planes de contingencia por si vienen mal dadas… Y todo esto a veces nos ha llevado a presenciar algo que parece inconcebible y es, que es posible morir de éxito.

¿Por qué? porque en las mieles del éxito, del crecimiento, de la venta y el enriquecimiento, a veces no somos capaces de controlar los hechos ni el rumbo de nuestras empresas; no somos capaces de preparar a nuestro personal interno y de marcar directrices de negocio que nos preparen para adaptarnos a los cambios y sobrevivir a los caprichos del mercado.

Una buena comunicación interna, la definición de unos procedimientos departamentales, una correcta delegación, la gestión por competencias … son algunos ejemplos de las asignaturas pendientes que podemos ver en el día a día de las empresas. Y es que no todo es cuestión de rentabilidad y ventas, sino de conseguir organizaciones emocionalmente sostenibles y de que los equipos humanos que la conforman aporten valor y se comprometan con los proyectos.

La actitud, una elección personal

Todas las especies nacen, crecen, evolucionan y desparecen. También ocurre en el ser humano que si quiere subsistir, debe adaptarse a los cambios. De ahí, que hoy día en el ámbito empresarial, se valoren especialmente algunas competencias profesionales como la flexibilidad, la innovación, la creatividad…ya que gracias a ellas, una persona es capaz de reinventarse, de crear y adaptarse al contexto o circunstancia que le toque abordar.

Tanto si eres empleado como emprendedor, debes tener en cuenta lo importante que es rodearse de personas con estas habilidades y con una buena actitud, ¿por qué? Sin duda enfrentarnos a la vida personal o profesional con un talante positivo, mejorará nuestra calidad de vida y la de los que nos rodean.

Y es tan fácil como decidir que es así como queremos actuar. Una buena o mala actitud sólo depende de nosotros, no así lo que nos sucede, pero sí el modo en que lo afrontamos. Recuerda por tanto, que tienes un cien por cien de influencia sobre tu actitud.

En las organizaciones, los profesionales con actitud positiva son clave para propiciar un buen ambiente de trabajo, fomentar la creatividad,  crear líneas de actuación y encontrar oportunidades. No siempre somos conscientes de que esta actitud no aparece de forma automática, sino que debemos activarla y trabajarla para conseguir que contagie al de la persona que tengo más cerca y mejorar así mi entorno.

Un proceso de coaching, puede ser un buen método para sacar la mejor versión de nosotros mismos y  responder a los hechos desde la actitud positiva. Así pues, después de saber que la actitud es una elección meramente personal, ¿tú qué decides?

Factoría de Talento Adecco, el espacio para estimular las ganas de aprender

Tras un largo silencio, anunciamos con mucha ilusión, el comienzo de la III edición de Factoría de Talento.

Un proyecto creado y dirigido por Dynamis y patrocinado desde hace un año por Adecco, nuestro compañero de viaje en esta aventura del talento.

Para los que aún no conozcan en qué consiste el proyecto, reseñar brevemente que se trata de un programa que identifica y selecciona el talento, en jóvenes estudiantes de últimos años de universidad y formación profesional, estimulando su espíritu emprendedor y ayudándoles en su inserción laboral.

El proyecto consta de tres grandes fases. En primer lugar, un exhaustivo proceso de selección que empezó el pasado día 15 de septiembre y que se prolongará hasta principios de noviembre. Un proceso de desarrollo donde se trabajará con los veinte jóvenes seleccionados, una serie de competencias profesionales muy valoradas en el mundo empresa; esto se llevará a cabo mediante seminarios y talleres donde descubrirán el valor de la marca personal, la  creatividad, la orientación al cliente, la tolerancia a la frustración, la gestión de conflictos.. etc. Además, durante este periodo, tendrán contacto con directivos de primer nivel que les asesorarán sobre su futuro profesional y dispondrán de un coach personal que les ayudará en su plan de desarrollo personal y profesional.

El proyecto acaba con la llamada “espiral del talento” donde se crean oportunidades entre los jóvenes que pasan por las diferentes ediciones, se generan sinergias y se sigue creciendo en un entorno de exigencia y riqueza donde los talents son los únicos protagonistas.

Pablo Burgué Director del proyecto y Angela Díaz Directora de Selección de Factoría, hablan del programa en este vídeo.  

“Un año más nos sentimos orgullosos y felices por poder ofrecer a los jóvenes una experiencia tan enriquecedora para ellos y a la vez tan gratificante para nosotros como es Factoría”.

 

Liderazgo, Comunicación y Cambio. Resumen Investigación 2015


Dynamis Consultores
, ha querido llevar a cabo en esta II edición de Factoría de Talento Adecco una investigación basada en el estudio de tres competencias muy demandadas entre profesionales y que se han podido observar fácilmente entre los candidatos y participantes del programa a lo largo de esta edición. Las competencias en cuestión son: el liderazgo, los estilos de comunicación y por último, la forma de asimilar y vivir el cambio.

Nuestro compañero José Mª Elola, nos ha preparado un informe con los resultados de las encuestas que se enviaron a 61 participantes de la I y II Edición del programa, de los cuales hemos contado finalmente con los datos de 38 de ellas y que pasamos a detallar según el análisis de nuestro compañero.

El objeto de dicha investigación, se centraba en determinar las características y peculiaridades más comunes en este conjunto de jóvenes que ponen de manifiesto durante el proceso de selección y desarrollo del programa, su talento y sus habilidades. ¿Existen aspectos que comparten entre sí? ¿Algún patrón común que los identifique?…

Los resultados volcados en dicha investigación los podéis encontrar en un pdf pinchando el link