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Etiqueta: talento

¿Cómo desarrollar el talento en la universidad?

La etapa de la universidad puede vivirse desde dos puntos totalmente opuestos: como un mero ir y venir a clase y estudiar para los exámenes o como una época de crecimiento y desarrollo previo a la etapa profesional que nos ofrece oportunidades extra curriculares que no se deben desaprovechar.

Esta última opción regala experiencias únicas y aporta habilidades que además de servir para el desarrollo profesional del joven,  son valoradas por muchas empresas a la hora de incorporar a una persona en su plantilla. Participar en este tipo de actividades, indica una gran iniciativa por parte de la persona y probablemente un mejor desarrollo del talento ya en la universidad. Veamos algunas:

En la mayoría de universidades suele haber diferentes asociaciones relacionadas con diferentes ámbitos de actuación. Ser parte de una asociación te ayudará a poder poner en práctica todo lo que aprendas en las aulas, conocer a personas con las mismas inquietudes que tú y desarrollar habilidades que posteriormente necesitarás en el mundo laboral.

  1. Erasmus.

 Actualmente, existen muchísimas oportunidades para realizar un curso o cuatrimestre fuera de tu universidad. Vivir una experiencia fuera de tu casa, especialmente en otro país, te aportará grandes cosas además de aprender el idioma y la cultura del país. Salir de la zona de confort hace que desarrollemos la autoconfianza, el sentido de la responsabilidad, una mayor facilidad para solucionar problemas y tomar decisiones y una curiosidad por los nuevos desafíos.

  1. Programas de formación

 Participar en programas o cursos de formación bien relacionados con nuestro ámbito de estudio, bien de otro totalmente diferente, denota una curiosidad y una proactividad que además de proporcionarte un conocimiento mayor del que te facilitan los profesores, puede marcar la diferencia respecto a otras personas con la misma titulación.

  1. Hackatón

El hackatón es un encuentro de programadores con el objetivo de desarrollar de un modo colaborativo un software abierto. En estos eventos, cuya duración oscila entre dos días o una semana,  tienen cabida profesionales de diferentes ámbitos de actuación lo que enriquece más estos encuentros  y desde el punto de vista organizativo, suponen una dinámica horizontal e intensiva en donde los participantes complementan experiencias y habilidades individuales con el propósito de desarrollar soluciones concretas.

  1. Concursos

 Relacionado con los hackatones, también tenemos los concursos. Existen concursos de todo tipo y son una manera de poder crear currículo en tu etapa universitaria.

  1. Voluntariado

 Realizar un voluntariado es una experiencia única. Existen muchas formar de aportar en la sociedad, ya sea haciendo un voluntariado internacional o colaborando con una asociación u ong que trabaje cerca de ti. Además de poder ayudar a causas que lo necesitan, puedes aprender de otras personas y ganar experiencia.

  1. Hobbies.

 Los hobbies son una buena forma de seguir creciendo. Si estás estudiando ingeniería y te gusta escribir poesía o si estudias medicina pero te encanta dibujar, no dejes de hacerlo. En muchas ocasiones, pensamos que nuestros hobbies tienen que estar relacionados con aquello a lo que nos queremos dedicar, pero no necesariamente tiene por qué ser así. Potencia y desarrolla aquello que te gusta, por muy distinta que sea de la rama a la que te quieres dedicar.

De vendedor a fundador. Hoy nos sentamos con Quique Cadórniga

La Generación Z está entrando en el mundo laboral. Una generación digital, inconformista y comprometida que da la vuelta a todo.

El 40% tienen la inquietud de ser emprendedores. Una tendencia que transforma por completo el camino que habían seguido los jóvenes hasta ahora. Hoy acercamos la visión y motivaciones de uno de ellos.

Quique Cadórniga es un emprendedor lucense especializado en marketing digital. A sus 23 años ha fundado varias empresas y ha trabajado en compañías tecnológicas como Twitter o Google. Además, fue finalista de la primera edición de nuestro programa, Factoría de Talento Adecco.

 Cuéntanos Quique, ¿qué te ha llevado a emprender?

Es una inquietud que he tenido desde pequeño; con 10 años vendía helados en verano en el patio de mi comunidad, con 15 montamos un proyecto basado en vender libros escolares de segunda mano el día de las notas… Emprender me divierte, me gusta ser un camino para que las personas tengan lo que necesitan.

¿Qué papel han jugado los mentores en este camino?

Han jugado un papel muy importante. No he tenido mentores-consultores pero si personas que me han inspirado mucho con sus actos. La primera mi madre, la emprendedora de la casa, que me ha inculcado la valentía empresarial y me ha prometido tener una cama y un plato de comida si las cosas salen mal… así es más fácil arriesgarse. No todo el mundo juega con una red de mínimos.

Además cuento con mi particular “mentoría estructurada”, la suerte de pertenecer a una comunidad de gente creativa y proactiva como la que forma Factoría de Talento. Es imposible no contagiarte de la energía de tus compañeros.

¿Qué tres habilidades han sido claves en tu camino al emprendimiento?

Curiosidad: Ir por la calle con los ojos abiertos fijándote en todos los negocios. Preguntarte por qué la tienda A está llena y la B no tiene clientes, intentar calcular qué margen tiene el negocio por X producto… En definitiva, ser observador, plantearte muchas cuestiones e intentar darles respuesta cuando coges un ordenador.

Esfuerzo: El número de horas que trabajamos es de las pocas variables que podemos controlar al emprender. Lamentablemente, no puedo hacer nada para ser más listo, o tener más talento, pero si puedo dormir 3 horas menos. Es lo que está en mi mano.

Jugar en el largo plazo: Creo que las buenas cosas en la vida requieren tiempo, trabajo y constancia. Intento tomar cualquier tipo de decisión en mi vida con esa mentalidad y dejar a un lado el cortoplacismo y “los pelotazos”.

 ¿Cuál es tu mayor obstáculo para seguir creando?

Ninguno, cualquier cosa que te diga sería una excusa. Por supuesto que hay barreras al emprendimiento, muchas de ellas impuestas por la administración, pero la mayoría están fuera de nuestro radio de actuación, así que tenemos que intentar que esas dificultades nos quiten la menor energía posible y centrarnos en aquello sobre lo que podemos generar un cambio.

¿Cómo crees que se puede impulsar el espíritu emprendedor en los jóvenes en una cultura que promueve la comodidad y huye del riesgo?

 Creo que hay que promover los valores del emprendimiento más que el emprendimiento en si. Como dice Mark Cuban “Business is the ultimate sport” no hay ninguna actividad tan competitiva en el mundo; a veces se venden ciertas historias de éxito que pueden llevar a la gente a pensar que esto es fácil cuando lo normal es que salga mal.

Dicho eso… cada vez hay menos relaciones laborales y más mercantiles… puede que dentro de unos años emprender sea una obligación más que una elección. Hay que estar preparado para ello.

En mi opinión, la mejor forma de impulsar esos valores es a través de la educación. No me refiero a poner asignaturas de emprendimiento en el colegio (que daño no harían…) sino a integrar las soft-skills del mundo empresarial en todo el proceso formativo de una manera práctica: resolver problemas del mundo real en lugar de ejercicios ficticios, desarrollar habilidades de ventas, trabajar en equipo e inteligencia emocional.

 

 

 

 

 

 

¿Dónde puedo formarme para desarrollar las habilidades que necesito para trabajar?

“Primero hay que ver despertar el cerebro social, educar para la paz, y a partir de ahí, hay que poner el acento en los conocimientos, para poder después experimentar con las habilidades, los talentos o los conocimientos adquiridos, y compartirlos con los demás, construyendo ideas y proyectos con los que transformar la sociedad”.

Son palabras de Nora Rodríguez, fundadora de Happy Schools Institute quien piensa que el modelo educativo debe de cambiar ya que no se desarrollan habilidades como la autonomía, el liderazgo, la capacidad de reflexión, la proactividad o la gestión del tiempo.

El sistema educativo está articulado de tal manera que en las clases por norma general se imparten una gran cantidad de conocimientos, pero no se desarrollan este tipo de habilidades.

Son muchos los jóvenes que al acabar sus estudios con gran ilusión esperando adentrarse en el mercado laboral, se dan cuenta que no disponen de las habilidades necesarias para que su incorporación a este mundo sea de una manera cómoda. Esto puede suponer que los jóvenes no consigan obtener el puesto de trabajo al que aspiran para comenzar su carrera profesional y concluir con que el 68% de los jóvenes españoles crean que tendrán que trabajar de “lo que sea” para acceder al mercado laboral. 

Según Forbes, entre las habilidades profesionales más demandas por las empresas se encuentra tener una comunicación eficaz, capacidad de organización, resolución de problemas y la capacidad de trabajar en equipo.

Son muchas las horas de clase, los exámenes y trabajos realizados y a pesar de ello, en numerosos casos, los estudiantes no cuentan con estas habilidades tan demandadas en el mercado laboral. A esto se suma además, el que algunos de ellos acaben “quemados” tras su etapa universitaria, perdiendo gran parte de la actitud con la que empezaron sus estudios y que es demandada por las empresas.  

En los últimos siete años, el número de matriculados en másteres universitarios ha aumentado un 77,7%. Esto denota que no existe un desinterés por parte de los jóvenes por formarse, más bien existe una situación de no saber dónde poder adquirir esas habilidades que les son demandadas. Muchos de los jóvenes que han pasado por el programa Factoría de Talento nos han contado cómo se han dado cuenta de la carencia que tienen en la adquisición de estas habilidades y de la necesidad de desarrollarlas para convertirse en los profesionales que quieren ser. 

El problema no se encuentra en que los jóvenes no quieran adquirir estas habilidades o no tengan ganas de formarse. El problema reside en no saber dónde ni cómo poder desarrollarlas.

 

Esfuérzate

Ganarás el pan con el sudor de tu frente. Es un potente eslogan mil veces escuchado en determinados contextos educativos, a lo largo de muchos años. Traducido: cuanto más curras, más contento tienes que estar. Así que échale horas. Riza el rizo. No te vayas a casa si no estás cansado. O incluso aunque lo estés, sigue trabajando también. Y a trabajar aunque estés enfermo, que lo contrario es de cobardes.

Los españoles seguimos en la cola de los países menos eficientes de Europa. Algo falla en la maquinaria, porque tenemos talento y experiencia equivalente al de otros países, pero nos cunde menos. Largas jornadas de trabajo, largas comidas, largos periodos ante el televisor antes de acostarse… Seguramente, todo influye. También nuestra cultura, más relacional y más soleada que otras.

El caso es que la ciencia ya ha demostrado por activa y por pasiva todos los ritmos circadianos y biorritmos posibles. Nos enseña que los niveles de rendimiento óptimos se producen en horas determinadas, y con pautas específicas de alimentación y descanso. Pero “dar el callo” es lo que mola, sobre todo en algunos segmentos empresariales. Así que venga: jornadas interminables, con esfuerzos que todos miran pero no siempre se valoran: cansancio, estrés, desmotivación…

Es curioso cómo paradigmas que tienen buena pinta: “esfuérzate para lograr lo que te propongas”, se desvirtúan y se convierten en: “trabaja mucho para que nadie (ni tú mismo) te pueda reprochar que no te vacías”.

En cambio, todos tenemos claro, con matices, que si mi equipo se esfuerza mucho, pero no gana, el año que viene nos vamos a segunda división. Por supuesto que es difícil ganar si no te esfuerzas, pero no es difícil perder, aunque te esfuerces. Porque muchos se esfuerzan.

Valoro el esfuerzo, pero mejor si nos sirve para no irnos a segunda. Ello implica racionalizarlo, estudiarlo. Entender cómo hacerlo productivo. Descansar después de él, para poder repetirlo al día siguiente. Echar buena gasolina al depósito, para poder alimentar los caballos del motor.

Con este último ladrón del tiempo que identificó Taibi Kahler, cerramos una serie de cinco posts sobre estos usurpadores: APRESÚRATE, COMPLACE, SÉ FUERTE, SÉ PERFECTO, ESFUÉRZATE. ¿Cuál es el tuyo? Atrápalo y conseguirás que tu energía personal esté mejor aprovechada y dirigida al logro de tus propósitos.

 

 

Contra la juventud

Utilizamos el título del libro de Pablo D’Ors, para exponer nuestro punto de vista sobre esa vivencia que tienen muchas personas, que ni están a gusto como están, ni quieren otra cosa, no vaya a ser que sea peor…

En el libro se hace referencia a la crisis de muchos jóvenes, que están encantados con lo que supone serlo, pero también se rebelan contra todo lo que supone serlo. Esto es, seguramente, extrapolable a cualquier otro segmento de edad… Muchos vivimos enredados en un “ni contigo ni sin ti”, “cualquier tiempo pasado fue mejor”, “lo mejor está por venir”…

La insatisfacción por el presente, por lo que se tiene, en general por contraste con los sueños, o con lo que se querría tener o tienen los vecinos, es un problema muy serio, que genera muchas frustraciones hoy en día.

No vemos mejor remedio que la CONSCIENCIA: una reflexión pausada, profunda y sistémica, sobre nuestra realidad y sobre nuestras expectativas. Más allá del inexorable paso del tiempo, es enorme el ámbito de influencia que una persona tiene sobre la interpretación de su vivencia y sobre los pasos a dar en función de ella.

No se trata de engañarnos a nosotros mismos, anestesiándonos pensando que otros están peor o bajando el listón de nuestros sueños…

Se trata, en primer lugar, de no dejar que “pase la vida, mientras pasan cosas”, como decía Lennon. Pensando en nosotros, en cómo estamos con respecto de cómo querríamos estar, con libertad, con equilibrio, con honestidad con nosotros mismos. Sopesando lo que tenemos gracias a estar donde estamos, y también lo que perderíamos, tal vez, por estar donde no estamos.

Y en segundo lugar, se trata de apoderarnos a nosotros mismos, haciéndonos dueños, no de lo que vendrá, porque eso no depende solo de nosotros. Pero sí de lo que haremos para poder “estar” más cerca de como “queremos estar”.

Consciencia y apoderamiento: dos elementos clave para deshacer nudos y crecer desde nuestros valores, anhelos y recursos.

Un ingrediente más para la resiliencia

Igual que el liderazgo, o la inteligencia emocional, o el talento, se convirtieron en palabras y conceptos de moda hace no muchos años, ahora parece que es el momento de la resiliencia, la capacidad para hacer frente a la adversidad, descubriendo las oportunidades de aprendizaje en las situaciones difíciles.

No hay duda que es una actitud, plagada de habilidades, que es importante en contextos de incertidumbre y de cambio como los que nos movemos. La crisis económica de los últimos años ha hecho sentir más veces, y a más gente, emociones negativas como la tristeza o el miedo. Emociones a las que quizás muchos no estábamos suficientemente acostumbrados. Y es entonces cuando la resiliencia se convierte en un factor importante, no siempre emergente.

Sin embargo, cuando se habla de resiliencia (con opiniones e ideas llenas de matices), a mí se me enciende una luz en forma de señal de alerta. Mi forma de entender la resiliencia, la muestra como una actitud muy importante para la supervivencia, para el aprendizaje personal, para sustituir viejos pilares por nuevos pilares… Pero para crear, para proyectar, para aportar valor, yo necesito sumar un ingrediente a la resiliencia que considero decisivo: la alegría, el entusiasmo, la pasión… Eso nos lleva a “pasar al ataque”, a contagiar emociones positivas en nuestro entorno, arrastrándolo para que sume…

La resiliencia, actitud de moda, convierte las restas en sumas… La pasión, la alegría, convierte las sumas en multiplicaciones. Y ya que se trata de sobrevivir, hagámoslo con diversión.

Dynamis Consultores nominados a los premios Impacto ODS por su proyecto Factoría de Talento.

El pasado 15 de septiembre, tuvo lugar en Impact Hub Madrid la entrega de premios Impacto ODS promovidos por Impact Hub Madrid para apoyar proyectos enmarcados en los objetivos de desarrollo sostenible.

Tras el proceso de análisis de las candidaturas, se seleccionaron 7 proyectos únicos que promueven diferentes objetivos: gestión del talento joven, ciudades sostenibles, salud…

Dynamis Consultores, fue seleccionada para estos premios, por su proyecto Factoría de Talento, dirigido a jóvenes que quieren desarrollar sus competencias profesionales y explorar su espíritu emprendedor.

Durante la ceremonia final de entrega de premios, los 28 miembros del jurado divididos en 7 mesas, lideraron un debate en torno a los 7 proyectos finalistas, su propuesta de valor y lo que aportan a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

3 ganadores en una jornada única galardonados con dos membresías Hub Sin límites durante 6 meses y un programa de mentoría de 3 meses, así como su acceso a la red global Impact Hub con más de 15.000 emprendedores sociales.

Impact Hub Madrid, es el fruto de fusionar un lugar para la innovación y los negocios en un entorno único de trabajo, aprendizaje y creatividad. Un ecosistema de innovadores donde se pueden encontrar recursos, inspiración y colaboraciones para hacer crecer los proyectos e impulsar las diferentes ideas independientemente de la fase en la que se encuentre.

Dynamis es una consultora especializada en procesos y habilidades para el Liderazgo, la Comunicación y la Gestión del Cambio. Más de 20 años de experiencia asesorando a las organizaciones en el diseño e implantación de proyectos en el ámbito de los RR.HH avalan sus proyectos de consultoría, formación y desarrollo: Gestión por Competencias, Procesos de Reestructuración Organizativa, Procesos de Cambio, Identificación y desarrollo del Talento, Políticas de Formación y Desarrollo.

¡Oh capitán, mi capitán!

«El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo».

Winston Churchill

Ahora que estoy inmersa en una nueva lectura sobre la “Segunda Guerra Mundial”, a través del libro de Antony Beevor con ese mismo título, vuelvo a tomar conciencia de lo importante que es la figura del líder en cualquier ámbito: social, familiar, laboral…

Cuántas batallas no se hubieran librado, sin el entusiasmo de unos pocos que dirigieron a muchos hacia la consecución de un objetivo: liberar al país de la opresión, conseguir mejores condiciones de vida para los pueblos…

Los grandes líderes son verdaderos gestores polifacéticos que ejercen, llegado el caso, como guías, madres, mediadores, capitanes… y que en el ejercicio de su misión, tienen que relacionarse con diferentes personas que les acercan o alejan de la consecución de sus objetivos.

Cuando el líder cree en su proyecto, todo en su quehacer: actitud, palabras, gestos… denota un entusiasmo que se contagia y transmite a sus subordinados o compañeros. De la misma manera, si es en sentido contrario. Un líder abatido, disgustado, contrariado, transmitirá ese mismo estado anímico a la gente que tiene más cerca, consiguiendo probablemente peores resultados en su misión.

Quizás, de los aspectos que pueden definir a un líder, me remueven especialmente dos de ellos. Por un lado la capacidad de visualizar su empresa o proyecto como un sistema global y parte de un todo, ya que precisamente esa visión sistémica le permite pensar y tomar decisiones en términos globales e integradores.

Por otro, la capacidad de alinear a las personas en torno a un objetivo común consiguiendo su compromiso para lograr resultados extraordinarios. Cuántos soldados hubieran querido huir ante determinados conflictos y sin embargo el entusiasmo de sus dirigentes y creer en sus posibilidades y en la importancia de sus actuaciones les movilizó en muchos casos hasta morir.

¿Quién no se sube al barco de un capitán entusiasta, honesto, comprometido, que consigue hacerme ver la empresa, el objetivo como alcanzable, gracias a mi esfuerzo y al del resto de compañeros que conforman la misión?

A veces y cito de nuevo a Churchill para finalizar este post, «las actitudes son más importantes que las aptitudes».

 

Talento y Tecnología: El Futuro del Trabajo

La compañía de Recursos Humanos, Adecco, la escuela de negocios, Insead, y el Human Capital Leadership Institute presentaron por cuarto año consecutivo el Índice de Competitividad por el Talento Global (GTCI), un análisis orientado a la resolución de los problemas relativos a la competitividad empresarial.

Lanzado por primera vez en 2013, el Global Talent Competitiveness Index (GTCI) es un informe anual de evaluación comparativa que mide la capacidad de los países para competir por el talento. El informe clasifica a 118 países de acuerdo a su capacidad de crecer, atraer y retener talento. España, se sitúa en el puesto 35 de estos 118 países. 

Su riqueza de datos, análisis y tableros nacionales está destinado a ayudar a los países a superar los desajustes de talento y ser competitivos en el mercado global.

El estudio GTCI de 2017 se centra en cómo la tecnología está afectando la competitividad del talento y la naturaleza del trabajo, explorando desafíos y oportunidades significativas y cambios importantes lejos de los enfoques tradicionales de trabajo.

GTCI ha demostrado continuamente que la exitosa competitividad de los talentos es mayor cuando hay ecosistemas fuertes, como ciudades y regiones. Esta primera edición cuenta con 46 ciudades y explora los factores que contribuyen a convertir las ciudades en imanes de talento. Madrid, Bilbao, Barcelona y Zaragoza se sitúan entre las ciudades con mejor índice de talento del mundo.

Si quieres descargar el informe completo, pincha el LINK

 

Píldoras para atraer talento.

Mucho se habla de cómo atraer y retener talento en las organizaciones.

Apelando a la experiencia que nos dan cuatro ediciones del programa Factoría de Talento, desarrollado gracias a la colaboración especial de Adecco, nos atrevemos a lanzar algunas píldoras, que desde nuestro punto de vista deberían tenerse en cuenta a la hora de atraer talento.

No al café para todos. Del mismo modo que personalizas las propuestas para tus clientes, debes entender las expectativas de tus empleados, comprender sus necesidades y buscar las mejores respuestas a sus demandas.

Invierte en tu marca. Colorea tu proyecto con unos valores fácilmente identificables, de este modo te será más sencillo retener a tu capital y atraer nuevo talento. Tú decides qué propuesta de valor haces a tus futuros empleados.

Ofrece especialización sin olvidar lo interesante de la polivalencia. Prepara tu pauta para detectar las habilidades y atributos necesarios en la cobertura de puestos poco estandarizados.

Apuesta por la digitalización y las nuevas tecnologías. No cabe duda que éstas facilitan la automatización de procesos, ayudan a aumentar la productividad y abren posibilidades en tiempo y espacio a la hora de dar respuesta a las demandas laborales.

Cuida tu espacio de trabajo, para ofrecer a tu empleado aquello que necesita. Espacios colaborativos o espacios más propicios a la creatividad y análisis individual. No cierres la puerta a trasladar la oficina a casa. La motivación que genera esta posibilidad en los empleados, es en muchos casos, directamente proporcional a la productividad que genera.

Nace la generación VIVA en Factoría de Talento Adecco

Dynamis Consultores tiene un compromiso adquirido desde sus inicios con el talento joven, hace 3 años por esta época se lanzaba la primera edición de Factoría de Talento, proyecto para identificar talento jóven y formarlo en aptitudes para dar un gran salto al mundo laboral. Hoy, muy orgullosos anunciamos que junto a Factoría de Talento Adecco, lanzamos un nuevo proyecto dirigido a abarcar nuestra labor en la etapa posterior. Esta misión cobra “vida” bajo el nombre de: Asociación VIVA.

Factoría de Talento, es actualmente un proyecto patrocinado por Adecco, empresa que pronto se unió a la gran aventura de confiar en el talento joven. Cuando este programa nació fue porque nos dimos cuenta de que existía un gran “gap” entre la universidad y el mundo profesional, lo que se traducía en el que los estudiantes terminaban su etapa estudiantil perdidos y carentes de algunas aptitudes necesarias para abarcar la siguiente etapa. Así que, comenzamos a buscar e indagar y este año, a punto de comenzar la cuarta edición podemos decir que existen algunos factores clave que tienen en común los estudiantes con talento… entre ellos:

Pertenecen a asociaciones u organizaciones universitarias
Han tenido experiencias internacionales
Han participado en concursos, debates, política universitaria
Han hecho deporte a nivel (casi) o profesional
Tocan o aprendieron a tocar alguna clase de instrumento musical
En definitiva ¿qué tiene todo esto en común? Una experiencia universitaria y educativa muy rica, más allá de los estudios universitarios… que les han permitido formarse y aprender de situaciones diversas y diferentes al resto de estudiantes.

A raíz de esto, y hablando con algunos de los seleccionados para las diferentes ediciones de Factoría, muchos de ellos coincidían en que existe un paso previo, un salto también muy complejo, pero poco reflexionado, muy importante puesto que es el momento en el que muchos estudiantes deciden prácticamente su futuro profesional con escasa guía y orientación… Este es el salto del instituto a la universidad (o cualquier estudio superior).

Y precisamente ahí VIVA cobra sentido: VIVA nace para ser la mano que acompañe a los estudiantes en este salto desde la etapa pre-universitaria y hasta que acaben sus estudios para ayudarles a perseguir sus inquietudes y pasiones con un conocimiento pleno sobre todas las alternativas que tienen a su alcance, y sobre sí mismos.

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Y el sueño se hizo realidad

Hace muchos años en una céntrica zona de Madrid se gestaba un proyecto empresarial centrado en el talento joven. Una idea que dio vueltas por algunas cabezas y se mantuvo latente durante bastante tiempo hasta que un día, los astros confluyeron y el proyecto soñado vio la luz y empezó a dar sus primeros pasos hacia la realidad. “El futuro es joven”, rezaba el primer slogan.

Hoy, tres años después de su presentación oficial, Dynamis puede asegurar con mucha satisfacción que este proyecto soñado, Factoría de Talento Adecco, se ha convertido en un programa referente en la selección y desarrollo del talento joven. Un proyecto ideado por personas con mente joven y centrado en los jóvenes que quieran desarrollar sus competencias profesionales y sondear su espíritu emprendedor.

Hace unos días celebrábamos la clausura de la III edición con un acto lleno de emotividad, agradecimiento y unos proyectos ideados por los talents de esta III edición llenos de pragmatismo, realidad y carga social.

Fueron muchos los amigos y colaboradores que nos acompañaron en un día tan especial marcado por la suma de talento y que cerró con un broche de oro al recibir la actuación sorpresa de Paco Montalvo, el violinista más joven del siglo XXI en debutar en el Carnegie Hall de New York y candidato a seis grammys por su primer disco.

Con la resaca que nos dejó la suma de talentos y un ávido afán de superarnos y llegar a más jóvenes cada año, seguiremos dando pasos para conseguir que “el talento compartido, sea más”.                                                                        

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