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Etiqueta: talento

Hombres, Mujeres y viceversa (en los consejos de dirección)

Según datos de la CEOE, menos del 20% de los puestos en consejos de administración de las empresas está ocupado por mujeres en España, si bien es cierto que es un porcentaje que se ha triplicado en los últimos 10 años. Estamos por debajo de la media de Europa, aunque no demasiado.

A igualdad de puestos, una mujer gana aproximadamente un 16% menos según datos de la Unión Europea.

Muchos estudios de grandes consultoras, como Accenture, pronostican un incremento exponencial de las mujeres en los puestos de dirección en los próximos 15 años, pero son solo estudios…

Esto son solo los fríos datos. Ahora vienen las opiniones subjetivas.

A lo largo de los últimos años, he leído multitud de artículos que hablan de las aportaciones específicas que las mujeres pueden realizar a las empresas, desde roles de dirección: de su intuición, de sus competencias emocionales, del mayor equilibrio en su gestión en lo relativo a la orientación a los resultados y a las personas, etc.

Pues no digo que no… Pero no estoy seguro, la verdad. Mi experiencia como consultor de empresas en los últimos años, habiendo trabajado con decenas de hombres y de mujeres directivas (qué duda cabe que más con los primeros que con las segundas, por pura probabilidad), he de decir que he conocido directivos excepcionales y también directivas excepcionales. Y si tuviera que decir por qué los considero excepcionales, creo que me resultaría muy forzado realizar un retrato robot muy diferente entre los unos y los otros.

Los grandes directivos y directivas que he conocido, tienen el denominador común de su visión global, que combina un profundo conocimiento del negocio, del mercado en el que se desenvuelve la empresa y de la compleja red de relaciones políticas y de poder que son características en los niveles de dirección.

Además, son profesionales con liderazgos especiales, no necesariamente muy llamativos, pero con profundo impacto en el día a día de los grupos humanos que dirigen. ¿Son más “directivos” los líderes y más “conciliadoras” las lideresas? Tal vez, pero me vienen a la mente mujeres muy directivas y hombres muy conciliadores.

Finalmente, de los grandes directivos y directivas que he conocido, destacaría también su compromiso, su autoexigencia, su determinación y su capacidad para capitalizar su talento en resultados para sus organizaciones.

Algunos hombres muy masculinos, consideran que a las mujeres les falta el espíritu emprendedor, que les gusta menos arriesgarse y que les falta “colmillo retorcido”. Pero también los datos les contradicen. De 2008 a 2014, el 48% de las empresas que se crearon fueron constituidas por mujeres, aunque sí es muy cierto que hoy en día el porcentaje de mujeres empresarias es muy inferior al de los hombres. No atribuiría, en todo caso, a un menor espíritu emprendedor o a una mayor aversión al riesgo este hecho, sino más bien a un modelo cultural que se resiste a cambiar, que ha condicionado un rol determinado de la mujer en la familia y en la sociedad.

Pero cuando la última generación de hombres y mujeres se ha incorporado al mundo laboral, seguramente con menos lastres del pasado, las cifras de emprendimiento se han igualado.

Porque sinceramente creo que ser un “crack” no es una cuestión de sexo, me parece aún más lamentable y anticuado que las mujeres sigan teniendo techos de cristal (aunque algunas directivas de alto prestigio consultadas, dicen que no son conscientes de haberse encontrado con ninguno en sus carreras), que cobren menos que los hombres cuando aportan tanto o más valor y que siempre parezcan ser evaluadas con una vara de medir distinta, cuando son madres o cuando apuestan por la conciliación.

Solo los tópicos, los viejos valores y las fantasías que muchos hombres siguen teniendo, y que, por qué no decirlo, arrastran a una visión minusvalorada de sí mismas a muchas mujeres, hacen que hoy en día se sigan produciendo desigualdades ridículas, que cuando sean observadas con la perspectiva del tiempo por las futuras generaciones, parecerán tan sonrojantes como ahora nos parecen las condiciones infrahumanas en las que se trabajaba en los comienzos del siglo pasado.

Una propuesta abierta contra la desigualdad

Contra todo tipo de desigualdad: aquella que diferencia a hombres y mujeres con el mismo talento y desempeño o aquella que diferencia en materia de compensación a profesionales con el mismo desempeño, por razones de edad, o cualquiera otra forma de desigualdad que pueda venirnos a nuestra memoria: raza, condición social, religión…

Creo que los departamentos de recursos humanos como impulsores estratégicos, y cualquier responsable de personas en día a día, debería aspirar a focalizar su atención y sus procesos en observar y analizar “lo que la persona hace” y no “lo que la persona es”. Porque nuestras organizaciones, nuestro mundo, no necesita más a las hombres que a las mujeres (ni viceversa), ni a los maduros más que los jóvenes (ni viceversa), ni a los blancos más que a los negros (ni viceversa)…

En un entorno tan global, tan diverso, con tanta competencia, necesitamos ideas y brazos, aptitudes y actitudes. Talento es igual a oportunidades. Sin poner apellidos a la palabra “talento”.

Todo modelo de gestión que siga privilegiando otro tipo de factores y no lo que cada persona aporta, nos retrotrae a la era de los dinosaurios.

¿Quién es tu cliente?

Reconocerlo y gestionarlo correctamente es la clave del éxito o el fracaso.

A veces en el mundo empresarial nos obsesionamos con la cuenta de resultados y con las cifras que cierran cada ejercicio, sin pararnos a pensar en qué cosas han propiciado que haya sido un buen año o un año para olvidar.

Muchas veces focalizamos nuestra atención en el proceso de venta puramente, sin pensar que antes de ejecutar ese proceso, hay una serie de factores, circunstancias y personas que entran en juego y hacen que la balanza caiga de un lado o de otro. Y es que para que una venta sea fructífera y haya muchas como ésa a lo largo de un ejercicio fiscal, debe haber previamente formación, motivación, objetivos claros, estrategia definida y personas comprometidas con tales fines. Y esto obviamente no viene implícito al proceso de vender, sino al proceso de atraer, fidelizar y retener a tu capital humano, aquel que hace posible la buena marcha de una empresa.

Una de las cosas que más preocupan hoy en día a los responsables de las organizaciones es precisamente esta gestión del talento, su contratación, formación y la generación de un contexto y circunstancias que propicien una sana motivación del empleado por hacer su trabajo y hacerlo de la mejor manera posible.

¿Y qué contexto o qué factores dibujan ese contexto favorable? Pues podríamos enumerar varios, aunque me quedo con tres que me parecen fundamentales:

  • Una retribución justa y acorde al grado de dificultad y tiempo necesario para el desempeño de la tarea encomendada.
  • Un espacio adecuado de trabajo, para que el trabajador se sienta cómodo, libre y con todos los recursos necesarios para su ejecución.  
  • Un buen salario emocional que contemple ítems como la flexibilidad, la valoración, la libertad de ejecución y toma de decisiones, la cobertura de necesidades personales y familiares…

Si consigues que todo lo anterior funcione, tu primer cliente (el interno, tu empleado) querrá trabajar y querrá hacerlo del mejor modo posible. Y gracias a esto, seguramente, tu segundo cliente (el que te compra y por el que facturas) hará que cierres tu balance positivamente.

Lo que haces desde el corazón, puede ser tu trabajo.

Algunas personas tienen la suerte de descubrir a lo largo de su vida, el secreto de la felicidad. Son capaces de saborear el regalo que es una vida, un trabajo, una pasión y a veces, no sólo lo viven ellos, sino que también lo comparten y transmiten a otros.

Hace unos días, tras escuchar el testimonio de Emilio de Villota, ex­-piloto de Fórmula 1 y padre de la fallecida María de Villota, reflexionaba sobre varias cosas:

1. María tenía un talento reconocido para el automovilismo y luchó y trabajó para poder desarrollarlo y disfrutarlo. No debemos renunciar a nuestros sueños, porque si trabajamos por ellos, pueden hacerse reales.

2. Somos aquello que vivimos. Allí donde ponemos nuestra energía, nuestros anhelos, nuestras fatigas se va dibujando nuestro yo. María era el run run de los motores antes y después del accidente. Su fortaleza como ella misma decía, venía de esa pasión que tanto la movía.

3. El talento tiene que ver con el placer porque al hacer lo que amas, lo disfrutas.

4. Todos tenemos una mejor versión de nosotros mismos. En nuestra mano está que la descubramos y potenciemos o la escondamos.

5. Si tenemos la suerte de escucharnos y descubrir nuestra pasión, nuestra vocación, merece la pena darle forma, empaquetarla para ponerla en valor. María descubrió que tras su accidente sentía la necesidad de acostarse cada día, sabiendo que había hecho algo por otros y creó una fundación.

6. A veces, no hace falta tener ojos, para tener una mirada, ¿cuál es la mía?

Sólo haciendo las cosas con pasión existe la oportunidad de dejar huella, ¿cómo sería la mía?

 

¡Me siento competente ante los cambios pero, si es posible, que no sean imprevistos!

La generación de los jóvenes que se está cerca de incorporarse al mercado laboral ha nacido en una época de cambio y podríamos pronosticar que convive con éste de forma más adaptativa que generaciones anteriores. Veamos si es así… Hoy, compartimos con vosotros los resultados de la investigación[1] con el talento joven y el cambio.  

En este ámbito, hemos utilizado el modelo autoeficacia de Schwarzer. La autoeficacia hace referencia al sentimiento de confianza en las propias capacidades antes situaciones estresantes. A los indicadores de este modelo hemos añadido algunos indicadores específicos de la vivencia del cambio evitando hacer mención al sentimiento de autoeficacia.

Los datos indican que el sentimiento de autoeficacia general ante situaciones difíciles y estresantes es muy elevado. La respuestas a ítems como “tengo confianza en que podría manejar eficazmente situaciones inesperadas” se han concentrado en las frecuencias más altas de la escala: muy habitual y bastante. La mayoría de los ítems tienen porcentajes entre el 95-100% en este intervalo de la escala.

Si bien en este panorama de sentimiento de autoeficacia, hay dos ítems que destacan, siendo su porcentaje también alto, solo llegan al 70%. ¿Qué ítems son estos?

  • Las situaciones inesperadas me gustan.
  • Prefiero trabajar con gente que es diferente a mí, en opiniones, ideas…

Es paradójico que el mismo talento joven que declara  “mi deseo es encontrar un entorno profesional que me exija estar cambiando y aprendiendo continuamente” de forma abrumadora, también manifieste su dificultad para trabajar con personas diferentes a sí mismas y que no les agraden los imprevistos.

En la actualidad, son muchas las iniciativas que abogan por equipos multidisciplinares y diversos pues sus resultados suelen ser más innovadores. Pero para que esto ocurra es básico estar abierto a ver en lo diferente una oportunidad y no una amenaza; esta es la esencia del trabajo en equipo, generar sinergias en la diversidad.

Por otro lado, esperar cambio con control, es una expectativa algo irreal en muchos momentos, los imprevistos forman parte del día a día como los minutos o las horas…En todo caso, parece que el talento joven siente más capacidad para bregar en las aguas del cambio, que gusto por el cambio inesperado.

Teniendo en cuenta estas conclusiones, tal vez haya que considerar la necesidad de control que el talento joven parece desear y trabajar para reducir éste si se quiere que estén más adaptados a los cambios.      

 

[1] Con el objetivo de conocer cómo es el talento joven que está llegando a las empresas hemos abordado una investigación con jóvenes que están cursando sus últimos años universitarios y que han sido identificados por su talento para un programa de desarrollo en competencias: Factoría de Talento www.factoriadetalentoadecco.es

¿Cuál es el liderazgo preferido del talento joven que llega?

Implantar políticas de RRHH que sean eficaces con las diferentes generaciones que hay en la organización es uno de los retos de la gestión de RRHH. Con el objetivo de conocer cómo es el talento joven que está llegando a las empresas hemos abordado una investigación con jóvenes que están cursando sus últimos años universitarios y que han sido identificados por su talento para un programa de desarrollo en competencias: Factoría de Talento www.factoriadetalentoadecco.es

El estudio realizado se ha centrado en conseguir conocimiento en liderazgo, comunicación y cambio. En esta primera entrega, avanzamos los resultados más relevantes respecto al liderazgo.

  • El liderazgo “Visionario” y “Timonel” son los estilos elegidos preferentemente.
  • El estilo menos valorado es el “Directivo”.
  • El líder “Coach” se mantiene por igual en todas las posiciones.

A los jóvenes talento se les ha pedido a través de un cuestionario que establezcan una jerarquía siguiendo su preferencia entre los 6 estilos de liderazgo presentados; los estilos utilizados son los identificados por Goleman, Boyatzis y Mckee.

El liderazgo “visionario” se ha elegido en primera posición por un 33%; el 61% lo ha seleccionado en una de las 3 primeras posiciones del ranking. El liderazgo “visionario” genera un entorno de trabajo altamente positivo marcando un objetivo claro que resulta movilizador y donde se deja espacio para la innovación y la asunción de riesgos calculados. Los jóvenes talentos están diciendo con su elección “dime cuál es el objetivo y dame libertad para que proponga la forma de conseguirlo”.

El estilo “timonel” también ha sido elegido de forma destacada, un 58 % lo han elegido en una de las tres primeras posiciones. El liderazgo “timonel” es útil con colectivos a los que les gusten los desafíos y quieran resultados excelentes, pero puede generar un exceso de presión si no se utiliza con cautela y convertir el deseo del resultado excepcional más en una tensión que en un estímulo.

Un 47% han colocado al liderazgo “directivo” en última o penúltima preferencia. Algo que caracteriza al talento es la no aceptación del ordeno y mando y el seguimiento incondicional de directrices sin explicación o argumento que las justifiquen. El estilo “directivo” es claro y directo y espera seguimiento inmediato; es útil en situaciones de cambio rápido y emergente pero no puede ser sostenido en el tiempo.

El líder “coach” ha repartido las valoraciones prácticamente por igual entre las 6 posiciones del ranking como si se hubiera utilizado como estilo “comodín” en la respuesta. Tal vez el talento joven necesita ganar experiencia para encontrar valor a un estilo que reta y busca maximizar el potencial.

Con estas conclusiones nos preguntamos: ¿las empresas tenemos las condiciones necesarias para atraer y retener un talento que busca objetivos estimulantes y espacio para la innovación?

¿Escuchamos a nuestros empleados?

A veces nos quejamos porque presenciamos la fuga de talento o capital intelectual en nuestras organizaciones. Trabajadores y trabajadoras preparados que buscan nuevas oportunidades movidos a veces por proyectos más atractivos, por enfrentarse a nuevos retos que les permita el crecimiento personal y/o profesional o muchas veces porque no encuentran su sitio en nuestra organización debido a la inflexibilidad con que se aplican las políticas de trabajo.

Uno de nuestros grandes retos hoy día es integrar nuevos modelos de relaciones laborales en los que las políticas de conciliación permitan a los empleados sentir que el trabajo es una parcela más de su vida, pero no la única. Y creemos firmemente que no se trata de una moda, sino de una necesidad real que se demanda cada vez más por mujeres y hombres que quieren disfrutar trabajando, pero también realizando otras actividades.

Estas medidas no suponen necesariamente altas inversiones para las empresas, sin embargo el retorno que se obtiene de ellas es muy superior a veces a los incrementos de salario o a determinados beneficios sociales.

Si queremos tener talento entre nosotros, debemos atender a sus necesidades casi  de manera individual agudizando el ingenio para ir más allá de las tradicionales medidas por maternidad o condiciones de flexibilidad con carácter temporal.

Una persona comprometida, identificada con nuestro proyecto, será una persona productiva, feliz y agradecida. En su agradecimiento, puede producirse el efecto “llamada” donde el  talento busca al talento y este hecho puede convertirse en nuestro gran aliado a la hora de conseguir atraer y retener el talento que todos queremos en nuestras organizaciones.

Factores como ser reconocido, tener la certeza de aportar valor al desarrollo de un proyecto, contar con el estímulo de saberse parte de un todo, recibir pruebas concretas de confianza en uno mismo y en el trabajo realizado, forman parte de un salario conocido como “emocional” que la mayoría de las veces tiene más peso que el meramente económico, y esto no puede pasarse por alto.

Nuestra responsabilidad empresarial empieza siendo responsables con nuestro personal y esto no puede pasar por alto la escucha de sus necesidades y demandas y la aplicación de medidas que las satisfagan.

Un gran reto para un nuevo año que acabamos de empezar, ¡ahí es nada!

Que brille el talento

Pese a que el mercado laboral no está  del todo boyante y, muy especialmente en el caso del empleo juvenil, las cifras de paro son alarmantes, existe y existirá siempre escasez de talento. Las organizaciones siempre tendrán sitio para esas personas con grandes ideas, con iniciativa, con capacidad para adaptarse a un mundo en cambio.

Por ello, en Dynamis consideramos que es muy importante cuidar a nuestros jóvenes, que están aún en etapa académica o tienen poca experiencia laboral. El salto de la Universidad a la Empresa, como muestran estudios como el del Observatorio de Innovación en el Empleo de Adecco, es complicado. La visión que tienen los jóvenes del mundo laboral y la visión que las empresas tienen de los jóvenes, no coincide. Los jóvenes tienen muchas dudas, y ponen mucho foco en la importancia de los idiomas o la formación de postgrado. Las empresas, demandan un incipiente desarrollo de las llamadas competencias profesionales, de las que muchos jóvenes ni siquiera han oído hablar y mucho menos las han desarrollado. Hablamos del liderazgo, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la comunicación, la orientación al cliente, la inteligencia emocional

Dynamis pone en marcha hace tres años el proyecto Factoría de Talento, que tiene como objetivo el desarrollo de competencias profesionales y del espíritu emprendedor, en jóvenes con alto potencial, que están cerca de incorporarse al mundo laboral.

Tras un complejo proceso de selección, 20 chicos y chicas de las más diversas carreras y universidades de procedencia, y sin una orientación laboral específica, participan en un programa de entrenamiento de enero a junio, en el que desarrollan sus competencias, en seminarios prácticos  y con el apoyo de un coach. También tienen la posibilidad de conocer el mundo de las empresas, con encuentros con directivos.

El programa es gratuito para los jóvenes, pues su coste, de 5.500 euros, es becado en su totalidad por el patrocinador del proyecto, Adecco, empresa líder en soluciones de RRHH.

Tras tres ediciones, el proyecto Factoría de Talento Adecco ya se ha convertido en una referencia para los jóvenes que desean potenciar sus capacidades de cara a acceder al mundo laboral. En su tercera edición, que está en marcha en la actualidad, el eslogan elegido expresa con claridad una de las bases del proyecto: “Tu talento compartido es más”. Sin duda, consideramos que uno de los grandes diferenciales de este proyecto, es la sinergia potencial que se establece entre estos jóvenes, tan distintos entre sí y, al mismo tiempo, con un propósito común: crecer, desarrollarse y ampliar sus miras.

Dynamis ya trabaja en Factoría de Talento in Company, una iniciativa con las mismas bases, pero que crea una “cantera” de jóvenes universitarios para una empresa en exclusiva, que participa desde el principio en su selección y también en su plan de  desarrollo.

Puedes conocer Factoría con más profundidad en la web del proyecto: www.factoriatalentoadecco.es

Factoría de Talento Adecco, el espacio para estimular las ganas de aprender

Tras un largo silencio, anunciamos con mucha ilusión, el comienzo de la III edición de Factoría de Talento.

Un proyecto creado y dirigido por Dynamis y patrocinado desde hace un año por Adecco, nuestro compañero de viaje en esta aventura del talento.

Para los que aún no conozcan en qué consiste el proyecto, reseñar brevemente que se trata de un programa que identifica y selecciona el talento, en jóvenes estudiantes de últimos años de universidad y formación profesional, estimulando su espíritu emprendedor y ayudándoles en su inserción laboral.

El proyecto consta de tres grandes fases. En primer lugar, un exhaustivo proceso de selección que empezó el pasado día 15 de septiembre y que se prolongará hasta principios de noviembre. Un proceso de desarrollo donde se trabajará con los veinte jóvenes seleccionados, una serie de competencias profesionales muy valoradas en el mundo empresa; esto se llevará a cabo mediante seminarios y talleres donde descubrirán el valor de la marca personal, la  creatividad, la orientación al cliente, la tolerancia a la frustración, la gestión de conflictos.. etc. Además, durante este periodo, tendrán contacto con directivos de primer nivel que les asesorarán sobre su futuro profesional y dispondrán de un coach personal que les ayudará en su plan de desarrollo personal y profesional.

El proyecto acaba con la llamada “espiral del talento” donde se crean oportunidades entre los jóvenes que pasan por las diferentes ediciones, se generan sinergias y se sigue creciendo en un entorno de exigencia y riqueza donde los talents son los únicos protagonistas.

Pablo Burgué Director del proyecto y Angela Díaz Directora de Selección de Factoría, hablan del programa en este vídeo.  

“Un año más nos sentimos orgullosos y felices por poder ofrecer a los jóvenes una experiencia tan enriquecedora para ellos y a la vez tan gratificante para nosotros como es Factoría”.

 

Liderazgo, Comunicación y Cambio. Resumen Investigación 2015


Dynamis Consultores
, ha querido llevar a cabo en esta II edición de Factoría de Talento Adecco una investigación basada en el estudio de tres competencias muy demandadas entre profesionales y que se han podido observar fácilmente entre los candidatos y participantes del programa a lo largo de esta edición. Las competencias en cuestión son: el liderazgo, los estilos de comunicación y por último, la forma de asimilar y vivir el cambio.

Nuestro compañero José Mª Elola, nos ha preparado un informe con los resultados de las encuestas que se enviaron a 61 participantes de la I y II Edición del programa, de los cuales hemos contado finalmente con los datos de 38 de ellas y que pasamos a detallar según el análisis de nuestro compañero.

El objeto de dicha investigación, se centraba en determinar las características y peculiaridades más comunes en este conjunto de jóvenes que ponen de manifiesto durante el proceso de selección y desarrollo del programa, su talento y sus habilidades. ¿Existen aspectos que comparten entre sí? ¿Algún patrón común que los identifique?…

Los resultados volcados en dicha investigación los podéis encontrar en un pdf pinchando el link